En 1907 el Arquitecto Lampérez Romea poyecta para la
finca que iba a ser el número 16 de la
Plaza Mayor de
Burgos propiedad de las hermanas -De Blanco y Bohigas-, una
fachada de 7 por 20 metros de altura con un diseño muy personal, creativo y característico.
El
edificio se construye en estilo modernista con toques de neobarroquismo, que pueden distinguirse especialmente en la estructura de la tercera planta. Lamperez Romea ya había participado en varias restauraciones de la
Catedral y en nuevas construcciones en la ciudad de Burgos, como el
Colegio de las Hijas de la Caridad en el
Paseo de la Isla.
La Construcción de la
casa estuvo a cargo de los -Hermanos Manero “Constructores de
Edificios“- según se publicitaban en la época, quienes llevaron a cabo un inmueble de cuatro plantas y cubierta. Éstos ya habían sido restauradores de la
capilla del
Santo Cristo de Burgos en la catedral estando a las ordenes del mencionado arquitecto.
La casa está coronada por la efigie de un personaje que, a falta de constatación histórica, dado que no se aclara en ninguno de los documentos o planos de Lampérez Romea, se especula con la posibilidad de que sea el Dios Mercurio, La diosa Minerva o, de forma espontánea y popular, y dado su aspecto de personaje con casco y posibles cuernos (realmente alas), la ciudadanía tradicionalmente lo ha llamado “el Vikingo”.
La figura está inserta en un óculo que preside la fachada de ladrillo rojo,
piedra y forja de hierro que, en 2010, fue de nuevo restaurado para constituirse en edificio de apartamentos llamado publicitariamente -Apartamentos en el Edifico Mercurio-.
Hoy en día algunas voces del mundo de la
arquitectura burgalesa claman contra la altura original y el diseño del edificio, por desentonar del conjunto de la Plaza Mayor junto al
Casino de Burgos y el edificio de almacenes
Campo.