SAN PEDRO DE LA
FUENTE
Es el
barrio de SAN PEDRO DE LA FUENTE uno de los más antiguos en su formación de todos los que componen
Burgos. Es posible que ya existiera incluso antes de la formación de la ciudad.
En el trabajo sobre la formación de Burgos del Padre Venero dice éste que; -el Conde Diego Porcelos reúne diversas aldehuchas o “burgos” que se encontraban diseminados alrededor de una
ermita-.
Al unirse estas aldehuchas o “burgos” para formar la ciudad se da origen también a los
barrios que configuran su identidad. Eran seis las
ermitas existentes en aquellos tiempos, y dos de ellas se erguían en lo que hoy es San Pedro de la Fuente.
Citando a ambas una de ellas era la de Nuestra Señora de la Rebolleda, situada a la falda del
monte –Sano- y que más tarde se convirtió en polvorín. La otra era la de San Zadornil, conocida también con el nombre de San Saturnino, este
santo era de origen francés y la ermita tuvo su ubicación primigenia en lo que hoy es la
calle Francisco Salinas, y cuyo nombre lleva una calle del barrio.
San Pedro se levantó fuera y extramuros de la ciudad y comenzó a figurar como tal con el nombre de San Pedro del barrio, que con el tiempo fue degenerando en el actual.
Su
iglesia parroquial fue una de las más importantes. Su construcción data del siglo XIII por lo que comparte tiempo con la propia
Catedral de Burgos. La iglesia fue destruida por los contingentes de tropas francesas el año 1813. En su lugar se construyó la que puede verse actualmente siendo ésta de estilo neoclásico.
El barrio se ubica en pleno
camino de Santiago, por lo que le hace paso obligado de peregrinos. Este hecho hace que en él existieran en tiempos dos importantes hospitales, el del Emperador y el de San Lázaro. El “del Emperador” da nombre a una de las
calles actuales, mientras que del segundo sólo se conocen crónicas escritas sabiendo que se ubicaba en la calle Villalón.
San Pedro de la Fuente a comienzos del siglo XX se configura como un barrio eminentemente agrícola y ganadero en torno a su iglesia y al cultivo de las
fincas que la rodean. Logra con el tiempo y el desarrollo urbano personalidad propia, siendo uno de lo barrios más típicos y populares de Burgos.
Hoy en el siglo XXI la población del barrio ha crecido con nuevas construcciones como el anexo barrio de Fuentecillas. Es una de las zonas urbanas que más ahondan en sus
tradiciones, siendo en la celebración de sus
fiestas de la cátedra de San Pedro de Antioquía en el mes de Febrero cuando se manifiestan muchas de ellas como es la degustación popular de cientos de kilos de cecina.