El rey Enrique III el Doliente edificó su
palacio-alcázar dentro de una gran
finca acotada en medio de los bosques de Miraflores.
Heredada por su hijo y sucesor por su hijo Juan II de Castilla, se la cedió en el año 1441 a la Orden de la Cartuja, para que allí se instalara una comunidad cartujana.
En el exterior nos recibe un
artístico crucero de
piedra emplazado en el año 1570 cerca del "
Arco de la Vieja", en recuerdo del sitio que ocupó la
iglesia de Revilla, lugarejo absorbido en el siglo XIV por el coto de
caza real y trasladado aquí en la pasada centuria.