De las cinco
colegiatas históricas de la diócesis de
Burgos esta fue la primera y una de las más antiguas de
España, manteniendo la condición de
colegiata hasta mediados del S. XIX.
Fue declarada en 1.983
monumento histórico-
artístico nacional.
La construcción del templo actual se inició en el SXIV.
De 1789 data el inicio de las obras que supondrán la total reconstrucción del tercio inferior del templo, con la erección de la nueva
fachada (de corte neoclásico) y
torres según la traza dispuesta por Manuel Echanove, al tiempo que se acometen otras reformas para la renovación interior del espacio eclesial. Las obras estaban ya conclusas en 1794 y dieron como resultado la imagen actual de la ex–Colegiata.
La imagen es de Nuestra Señora de Allende colocada en 1930 de la época
gótica.
Coronan el
edificio dos torres rematadas por
cúpulas gallonadas.
La
iglesia es casi catedralicia abriéndose en una
cúpula central ovoide, El interior presenta tres naves, de la misma altura, separadas por pilares y con
bóvedas de crucería decoradas con motivos geométricos en época barroca.
Nave del Evangelio:
Retablo del Rosario, obra del principios del siglo XVII, Retablo de
San Pedro, Retablo de
Santa Teresa, Obra del siglo XVIII, con imagen de Santa Teresa, y rocallas.
Retablo del
ábside del Evangelio, dedicado a
Cristo en la
cruz, es obra neoclásica. Así mismo, se encuentran en la nave del Evangelio dos sepulcros de arcosolio apuntado, con
esculturas yacentes de época gótica. En su interior destaca el retablo de Santa Casilda o de las 11.000
Vírgenes realizado, al igual que el de Santa Clara, en madera de
nogal sin policromar por López de Gámiz y sufragado, entre otros, por “Fray Juan de
Briviesca” (Juan de Muñatones).
No se puede visitar su interior. Excepto el día de "Viernes
Santo".