En lo más profundo de la
Sierra de la Demanda, en un ensanchamiento que forma el asombroso cauce del
río Pedroso, de claras
aguas y abundante
pesca, casi en el punto en que confluye en éste el río Umbría, en la
carretera que une Salas de los Infantes con Nájera, después de pasar un largo y sinuoso cañón de espectaculares
paisajes, encontramos a
BARBADIllO DE HERREROS, asido a su espléndida
historia, a 25 km de Salas de los Infantes y 75 de
Burgos. Le sirven de límites
Vallejimeno,
Bezares, Monterrubio de la Demanda, el macizo de la Sierra,
Riocavado de la Sierra,
Barbadillo del Pez y
Quintanilla de Urrilla.
Aparece como lugar de realengo en el Catastro del Marqués de la Ensenada y encontramos su nombre escrito por primera vez el 7 mayo de 1027 en el Cartulario del
Monasterio de
San Pedro de Arlanza.
En el Diccionario geográfico de Pascual Madoz leemos que en el año 1848 tenía 300 habitantes. Su actividad minero-industrial debió irle muy bien, ya que en el año 1900 había ascendido hasta 857 personas. Medio siglo más tarde ya había comenzado el descenso, pues contaba con 559 habitantes en 1950. Pero a partir de aquí, el cese de actividad de
minas y ferrerías y la emigración común lo ha dejado en 60 habitantes en el año 2000.
Fue punto importante del ferrocarril minero “Monterrubio-Villafría” y aún quedan restos de sus dos activísimas ferrerías.