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NARROS DEL CASTILLO: Juan Manuel Sánchez Bonilla, autor y director de la...

Juan Manuel Sánchez Bonilla, autor y director de la obras de teatro SENDA DE ABROJOS, NO ESTÁ SOLO EN EL DINERO, LOS INCORREJIBLES, Y DON JUAN LEAL. Compuso centenares de poemas. Recordemos este VÍA CRUCIS cantado algunos años en NARROS DEL CASTILLO en la procesión.
Estoy seguro que desde lo mas alto hoy nos contempla, vaya este pequeño homenaje para mi querido e inolvidable PADRE.

VÍA CRUCIS

Original de:

Juan Manuel Sánchez Bonilla.

PRIMERA ESTACIÓN

JESÚS CONDENADO A MUERTE.

Una guerra cruel y fuerte
Se desarrolla en el mundo.
Pilatos la triste muerte.
En cristo está nuestra suerte
Pensemos esto profundo.

Escojamos la bandera
De la legión sacrosanta
El mundo, vana quimera.
Es el Pilatos que encierra
Un volcán sobre su planta.

SGUNDA ESTACIÓN

JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS

Cristo ostenta mis pecados
En el árbol de la cruz
Siendo para Él amados
Todos los descarriados
A quien ofrece su luz.

Devolvámosle el amor
Ya que esta luz nos ofrece
Y llevemos con calor
El peso de su dolor
Que por nosotros padece.

TERCERA ESTACIÓN

JESÚS CAE POR VEZ PRIMERA

Por primera vez caíste
Ya que tu cruz te agotaba
Porque cargarla pudiste
Con los pecados más tristes
Que llevamos en el alma.

Levantémonos humanos
Si es que caídos nos vemos
Que al levantarnos podamos
Volvernos todos hermanos
Amigos del Nazareno.

CUARTA ESTACIÓN

JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE

Yo que tengo el corazón
Por ser malo, endurecido.
Sin puñales, sin razón,
Sin ninguna compasión
A tu madre hemos herido.

Tengamos de ella piedad
Y sus llagas aliviemos,
Dejemos nuestra crueldad.
Ella sufre en realidad
Para que seamos buenos.

QUINTA ESTACIÓN

EL CIRINEO AYUDA A LLEVAR LA CARGA

Venid amigos, vayamos.
Le ayudemos en su duelo
Y como buenos hermanos
Seamos con el humanos
Volvámonos cirineos.

Pero auténticos de forma
Sin intereses malignos,
No actuemos con las normas
Ni de ellos las mismas formas
Si el bien es nuestro designio.

SEXTA ESTACIÓN
LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS
Desata mi cobardía
Ante el cúmulo iracundo
Y la clara luz del día
Calme la triste agonía
De las gentes de este mundo.

En medio de su quebranto
Firmes estemos nosotros,
Hagamos siempre otro tanto
Que una mujer con su llanto
Enjuga el divino rostro.

SÉPTIMA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

No he venido a ser servido
Si no a poderos servir
Aunque humillado he vivido
Ya mi pecho dolorido
Os invita a buen vivir.

Ya veis que pisoteado
Por el madero rendido
Pero siempre levantado
Y nos anima extasiado
Si somos seres caídos.

OCTABA ESTACIÓN
JESÚS Y LAS MUJERES DE JERUSALÉN

No lloréis almas piadosas
Y seguidle su camino
Que su caminar de rosas
Son maravillas preciosas,
Rutas son de peregrinos.

Con llorar no se consigue
Aliviarle en su quebranto
Le ayuda aquel que prosigue
El que con valor lo sigue
Por este calvario santo.

NOVENA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Por tercera vez le vemos
En los abrojos postrado
Que levantarle tenemos
Si aspiramos a ser buenos
Limpiando nuestros pecados.

Por duro que sea el camino
Nonos cansemos jamás
Si sufrir es nuestro sino
Bendito sufrir divino
Porque Cristo sufrió más.

DECIMA ESTACIÓN
JESÚS DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

Es despojado el Señor
De nuestras culpas vivientes
Si él nos ama con amor
Confesemos con dolor
Nuestras miserias presentes.

Jesús ha quedado pobre
Tengámosle caridad
Y algo de lo que nos sobre
Demos al vulgo del orbe
Que en las miserias está.

DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN
JESÚS ES CRUCIFICADO

No bajes Dios de la cruz,
Danos tu misericordia
Sácanos de éste capuz
Y en vez de sombras da luz
Con este mundo de escoria.

Tus brazos sigan abiertos
Y sangrantes tus heridas
Para contemplar despiertos
Nuestros cuerpos si están muertos
Transfórmense en nueva vida.

DECIMA SEGUNDA ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Inclinando su cabeza
En el madero expiró,
Acojamos con certeza
Que murió con fortaleza,
Por nuestras culpas murió.

Y en su grito moribundo
A todos nos da el perdón.
¿Seremos capaz el mundo
De condenar iracundo
Otra vez al redentor?

DECIMA TERCERA ESTACIÓN
DESCENDIMIENTO DEL SEÑOR

A tu hijo gran señora
Por mis culpas le maté,
Con dolor te pido ahora
La luz de la nueva aurora
Arrodillado a tus pies.

¡Qué pena! ¡Qué desconsuelo!
Sufre su madre querida
Cuando ha visto sobre el suelo
Yerto el cuerpo de su anhelo
Hecho piltrafa y sin vida.

DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES SEPULTADO

Su sepulcro de esperanza
El silencio, la victoria
Tras esta verdad avanza,
No te desvíes y alcanza
En tu caminar la gloria.

Que aunque difícil camino
Nos amparará la suerte
Pues todo aquel peregrino
Que ha llegado a su destino
Vencerá a la misma muerte.

Que tu mandamiento nuevo
Morada de paz y edén,
En nuestro instante postrero
Nos encamina hacía el cielo
Por siempre jamás, amén.

Juan Manuel Sánchez Bonilla.
Narros del Castillo - ÁVILA