Las niñas de la escuela con su maestra (foto antigua), FLORES DE AVILA

A los abnegados MAESTROS y MAESTRAS de la postguerra, que sin contar con profesor/a de inglés, ni de educación física, ni de educación compensatoria, ni atención a la diversidad, ni apoyo dentro y fuera del aula, ni... ni.... Supieron sacar adelante a nuestros padres y madres, y no sufrieron traumas por acumulación de trabajo, ni tuvieron bajas por depresión o porque les dolía el dedo pequeño de la mano derecha, y que durante jornadas de lunes a sábado de 6 horas lectivas (35 horas semanales, los jueves por la tarde no había clase), atendieron clases que superaban los cincuenta alumnos/as y donde las edades dentro del aula, eran de los seis años a los catorce. No creo que nosotros o nuestros hijos estemos humanamente mejor preparados que lo estuvieron y están, muestros abuelos y padres.
(1948)