CANDELEDA: CANDELEDA: v. con ayunt. en la prov. y dióc. de Ávila...

CANDELEDA: v. con ayunt. en la prov. y dióc. de Ávila (14 leg.), part. jud. de Arenas de San Pedro (3), aud. terr. de Madrid (26), c. g. de Castilla la Vieja (Valladolid 32): SIT. al S. y en la falda de la escarpada sierra de Credos, en una pequeña colina y unos 2,000 pasos de la garganta de su nombre; la combate en verano por mañana y tarde el viento N., y lo restante del año el E. y SO.: su CLIMA es saludable, aunque se padecen bastantes enfermedades, especialmente afecciones de pecho y fiebres intermitentes, a causa de los trabajos a que se dedican sus hab. Tiene 677 CASAS de mala construcción, aunque se van mejorando las que se fabrican nuevamente; 42 calles mal empedradas y estrechas á excepción de la llamada Corredera, algo más ancha y de mejor piso que las demás, la cual divide el pueblo en dos partes; una plaza llamada de la Constitución, otra del Castillo y la plazuela del Solar; casa de ayunt. con la cárcel; varias posadas, una de ellas muy buena frente a la plaza de la Constitución; pósito con capital de unos 40,000 rs.; un hospital de fundación particular, reducido en el dia á servir de albergue a los transeúntes, en el que se halla sit. la escuela de niños, dolada con 4 rs. diarios de propios, y 1 y 2 rs. mensuales, segun su clase de cada uno de los 80 niños que a ella suelen concurrir; una maestra con 2 1/2 rs. diarios de propios, y 1 ó 2 por retribución de las 40 discípulas; 2 fuentes de piedra, sit. la una en el centro dé la plaza principal con 4 caños, y la otra en la calle Corredera con 2, pero sin agua, tomándola aquella de la garganta mencionada; igl. parr. (la Asunción de Ntra. Sra.), de mal gusto, como su torre, en la que hay un reloj; cuyo curato de término, está servicio por un cura y un beneficiado, hoy vacante, cuyas cargas levanta un sacerdote exclaustrado, siendo ambos de provisión ordinaria; cementerio bastante capaz que casi rodea la igl., cuya sit. es poco saludable y hasta repugnante; y por último en el estremo N. de la pobl., los muros de un ant. cast. perteneciente a los condes de Miranda, que convendría se acabasen de destruir para edificar casas en su lugar, toda vez que las existentes están muy apiñadas. La policía urbana se encuentra muy desatendida, pues las calles se hallan excesivamente sucias por la facilidad con que se convierten en vertederos, originándose de aqui focos perennes de infección, que si no llegan a producir sus malos resultados, es a fuerza de la buena ventilación y clima saludable de la v.