Esta festividad es especialmente bella en Candeleda. Tanto la propiamente religiosa, como la que luego le sigue, profana o costumbrista, son realmente encantadoras.
En la religiosa se celebra la misa, durante la cual las Mayordomas y los Mayordomos, generalmente parejas de novios portando la imagen de la Vigen, harán una sencilla procesión por el pasillo central de la iglesia. Este año, con la remodelación de la iglesia de Nª Sª de la Asunción, deberá resultar magnifica.
Las Mayordomas y los Mayordomos llevarán las andas con la Virgem, y se arrodillarán tres veces. Portan también dos pichones, que serán ofrecidos al sacerdote, como ofrenda por los pecados. Es una tradición que al menos puede remontarse al sisglo VI, aunque con la ocupación árabe debió perderse. Posiblemente se volvió a recuperar a partir del siglo XIV. Está, por tanto, muy arraigada en Candeleda, resultando un acto religioso que alegra el espíritu.
Luego, en la fiesta profana, las gentes cantaban por las calles, al tiempo que se degustaban los primeros productos de las matanzas que se hacían con el mayor esmero y especial riqueza culinaria. Y se preparaban para el día de san Blas, 3 de febrero, otro patrón de Candeleda. De esto ya os hablaré otro día.
En la religiosa se celebra la misa, durante la cual las Mayordomas y los Mayordomos, generalmente parejas de novios portando la imagen de la Vigen, harán una sencilla procesión por el pasillo central de la iglesia. Este año, con la remodelación de la iglesia de Nª Sª de la Asunción, deberá resultar magnifica.
Las Mayordomas y los Mayordomos llevarán las andas con la Virgem, y se arrodillarán tres veces. Portan también dos pichones, que serán ofrecidos al sacerdote, como ofrenda por los pecados. Es una tradición que al menos puede remontarse al sisglo VI, aunque con la ocupación árabe debió perderse. Posiblemente se volvió a recuperar a partir del siglo XIV. Está, por tanto, muy arraigada en Candeleda, resultando un acto religioso que alegra el espíritu.
Luego, en la fiesta profana, las gentes cantaban por las calles, al tiempo que se degustaban los primeros productos de las matanzas que se hacían con el mayor esmero y especial riqueza culinaria. Y se preparaban para el día de san Blas, 3 de febrero, otro patrón de Candeleda. De esto ya os hablaré otro día.
