Hace muchos años vivieron en nuestro pinar un lobo llamado Pele y un zorro llamado Grin. El zorro se encargaba de buscar la caza y el lobo de matarla, por lo que este se creía el ser más fuerte del contorno. Sabiendo esto, el zorro quiso darle un escarmiento y le dijo que al amanecer fuese a la puerta de la casa del guarda de Moñivas y se pusiese a aullar fuertemente y a ver que pasaba. A las dos horas regresó el lobo donde estaba el zorro aullando lastimeramente y medio moribundo. Le preguntó que le había pasado para venir así. Hice lo que me mandaste y tan fuerte fueron mis aullidos que se abrió una ventana y por ella salió un tubo de hierro que lanzaba granizos de hierro echaba fuego por la boca como un gran dragón y producía unos grandes truenos. Yo al ver y oír esto eché a correr todo lo que pude como alma que lleva el diablo. que de no hacerlo, allí habría sido mi tumba; ¡mira como traigo las orejas de agujereadas, el rabo chamuscado, mi cuerpo lleno de magulladuras y mis patas apenas pueden sostenerme.
Mira le dijo Grin eufórico, tu soberbia te ha perdido y has escarmentado en tu cuerpo. APRENDE QUE... ¡A TODO HAY QUIEN GANE!.
Mira le dijo Grin eufórico, tu soberbia te ha perdido y has escarmentado en tu cuerpo. APRENDE QUE... ¡A TODO HAY QUIEN GANE!.
