DÍA – 20 – 11 – 2023:
LAS ESCAPADAS DE TRIQUI:
El día 13, nos llevamos un disgusto muy grande con la escapada de Triqui,
Gregorio mi hijo, para que corriera se lo llevo a Valdebebas, que es un parque grandísimo, pero al llegar la hora de volver para casa, lo metió en el maletero, pero el Triqui antes de arrancar el coche salió corriendo, Gregorio arranco el coche, me llamo para decirme que me traía él perro porqué tenía que entrar a trabajar a la 1, y eran las doce y media de la mañana, se vino para mi casa, yo salí a la calle para que el no perdiera tiempo y pudiera entrar a su hora, al abrir el coche nos llevamos una sorpresa, el perro no estaba en el coche, mi hijo no se lo podía creer, me decía pero si yo lo he metido, ¿cómo es posible que se me haya escapado? Sin perder un minuto volvimos el parque donde, preguntando a las personas que andaban por ahí, si habían visto a dicho perro, alguien le dijo que el cuidador, del parque tenía un perro, que estaba perdido, Gregorio aparco el coche y salió corriendo pues se le hacía tarde para entrar a trabajar, tuvimos mucha suerte porque en este parque tan grande y el perro tan inquieto, no teníamos mucha esperanza de encontrarle, al final todo salió bien, y Gregorio llego al trabajo a su hora, a costa de no comer por falta de tiempo, este perro es muy nervioso y necesita correr, no es un perro de casa, este animal seria más feliz en el campo. Puesto que es un podenco. No podemos soltarle cuando lo sacamos por miedo a que se escape y no vuelva,
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
LAS ESCAPADAS DE TRIQUI:
El día 13, nos llevamos un disgusto muy grande con la escapada de Triqui,
Gregorio mi hijo, para que corriera se lo llevo a Valdebebas, que es un parque grandísimo, pero al llegar la hora de volver para casa, lo metió en el maletero, pero el Triqui antes de arrancar el coche salió corriendo, Gregorio arranco el coche, me llamo para decirme que me traía él perro porqué tenía que entrar a trabajar a la 1, y eran las doce y media de la mañana, se vino para mi casa, yo salí a la calle para que el no perdiera tiempo y pudiera entrar a su hora, al abrir el coche nos llevamos una sorpresa, el perro no estaba en el coche, mi hijo no se lo podía creer, me decía pero si yo lo he metido, ¿cómo es posible que se me haya escapado? Sin perder un minuto volvimos el parque donde, preguntando a las personas que andaban por ahí, si habían visto a dicho perro, alguien le dijo que el cuidador, del parque tenía un perro, que estaba perdido, Gregorio aparco el coche y salió corriendo pues se le hacía tarde para entrar a trabajar, tuvimos mucha suerte porque en este parque tan grande y el perro tan inquieto, no teníamos mucha esperanza de encontrarle, al final todo salió bien, y Gregorio llego al trabajo a su hora, a costa de no comer por falta de tiempo, este perro es muy nervioso y necesita correr, no es un perro de casa, este animal seria más feliz en el campo. Puesto que es un podenco. No podemos soltarle cuando lo sacamos por miedo a que se escape y no vuelva,
ROSARIO FAJARDO BLANCO.