DÍA -27 – 12 – 2021:
LA PREOCUPACIÓN:
Este año esperábamos las navidades con muchísima ilusión, ya que el año pasado las pasamos separados, por causa del coronavirus, pero sorpresa apareció el nuevo virus pariente, hermano, o lo que quiera que sea llamado, Ómicron, y conforme iban pasando los días, crecía nuestra preocupación, porque no podríamos reunirnos con nuestros hijos y nietos, me parece increíble, que en este día tan maravilloso solo pudiéramos pensar en conseguir, los test para hacernos la prueba del antígeno, por cierto demasiado caros, increíble como se aprovechan en estos momentos tan delicados, hemos aguantado colas en las farmacias, en los hospitales, ambulatorios, cuando los conseguimos nos pusimos muy contentos, parecía que nos había tocado la lotería, preparamos la cena si saber si nos podríamos reunir, primero se lo hicieron mis hijos y los niños, al dar negativo, vinieron a mi casa, muy contentos, fue emocionante verles las caras de alegría, gritando ¡Abuela! Somos negativos, nos fuimos con ellos a su casa, con la inquietud de lo que nos saldría a nosotros, la cara de los niños era un poema esperando el resultado, cuando nos dio negativo se abrazaron a nosotros dando saltitos de alegría, decían podemos cenar juntos, negativo, negativo, supongo que en muchísimas familias paso algo muy parecido, tuvimos mucha suerte, sé que otras no lo consiguieron, quedándose con la cena preparada, una verdadera pena, tengo la impresión de que en estos dos años el protagonista ha sido el virus, no solo nos ha destrozado la Navidad, sino que nos ha robado demasiadas cosas, dejándonos mucho dolor, esperemos que para el día de Reyes, todas las familias nos podamos reunir con una cierta tranquilidad.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
LA PREOCUPACIÓN:
Este año esperábamos las navidades con muchísima ilusión, ya que el año pasado las pasamos separados, por causa del coronavirus, pero sorpresa apareció el nuevo virus pariente, hermano, o lo que quiera que sea llamado, Ómicron, y conforme iban pasando los días, crecía nuestra preocupación, porque no podríamos reunirnos con nuestros hijos y nietos, me parece increíble, que en este día tan maravilloso solo pudiéramos pensar en conseguir, los test para hacernos la prueba del antígeno, por cierto demasiado caros, increíble como se aprovechan en estos momentos tan delicados, hemos aguantado colas en las farmacias, en los hospitales, ambulatorios, cuando los conseguimos nos pusimos muy contentos, parecía que nos había tocado la lotería, preparamos la cena si saber si nos podríamos reunir, primero se lo hicieron mis hijos y los niños, al dar negativo, vinieron a mi casa, muy contentos, fue emocionante verles las caras de alegría, gritando ¡Abuela! Somos negativos, nos fuimos con ellos a su casa, con la inquietud de lo que nos saldría a nosotros, la cara de los niños era un poema esperando el resultado, cuando nos dio negativo se abrazaron a nosotros dando saltitos de alegría, decían podemos cenar juntos, negativo, negativo, supongo que en muchísimas familias paso algo muy parecido, tuvimos mucha suerte, sé que otras no lo consiguieron, quedándose con la cena preparada, una verdadera pena, tengo la impresión de que en estos dos años el protagonista ha sido el virus, no solo nos ha destrozado la Navidad, sino que nos ha robado demasiadas cosas, dejándonos mucho dolor, esperemos que para el día de Reyes, todas las familias nos podamos reunir con una cierta tranquilidad.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.