Día -11- 9 -2020:
Seguimos sin saber que hacer:
Los niños están de vuelta al cole, eso no quiere decir que todo este normal, al contrario estamos como antes o peor, no podemos ver a los niños, ni llevarlos al cole, como hacíamos antes los abuelos, para poder ayudarles a los padres, antes del cambio tan drástico en nuestras vidas, volviendo la vista atrás, me parece que todo esto es una pesadilla, que es lo que nos ha quitado el placer de abrazarnos, de vernos, de salir cuando nos parecía bien, algo que ni siquiera se ve, esto me hace pensar que el ser humano, en todo lo que hace, grandes edificios, puentes y no digamos lo puesto que algunos seres humanos están en tecnología, eso nos hace crecernos y ser muy orgullosos, pero cuando más tranquilos estamos, aparece algo diminuto y hace que el mundo se pare, y es cuando se ve la fragilidad del ser humano, espero que muy pronto podamos salir de esta pandemia, y a los niños no les quede secuelas, ellos tienen un futuro para poder recuperarse, nosotros los mayores lo tenemos más complicado. Lo único que queremos es recuperar algo de nuestra vida, poder abrazarles, sin ningún miedo, confió en que nuestros magníficos científicos den con la solución, para poder vivir los pocos años que nos puedan quedar tranquilos.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
Seguimos sin saber que hacer:
Los niños están de vuelta al cole, eso no quiere decir que todo este normal, al contrario estamos como antes o peor, no podemos ver a los niños, ni llevarlos al cole, como hacíamos antes los abuelos, para poder ayudarles a los padres, antes del cambio tan drástico en nuestras vidas, volviendo la vista atrás, me parece que todo esto es una pesadilla, que es lo que nos ha quitado el placer de abrazarnos, de vernos, de salir cuando nos parecía bien, algo que ni siquiera se ve, esto me hace pensar que el ser humano, en todo lo que hace, grandes edificios, puentes y no digamos lo puesto que algunos seres humanos están en tecnología, eso nos hace crecernos y ser muy orgullosos, pero cuando más tranquilos estamos, aparece algo diminuto y hace que el mundo se pare, y es cuando se ve la fragilidad del ser humano, espero que muy pronto podamos salir de esta pandemia, y a los niños no les quede secuelas, ellos tienen un futuro para poder recuperarse, nosotros los mayores lo tenemos más complicado. Lo único que queremos es recuperar algo de nuestra vida, poder abrazarles, sin ningún miedo, confió en que nuestros magníficos científicos den con la solución, para poder vivir los pocos años que nos puedan quedar tranquilos.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.