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OCAÑA: Lamentable suceso el que presenciara el sábado pasado...

Lamentable suceso el que presenciara el sábado pasado quien escribe estas líneas en la plaza mayor, en el mercadillo.

El asunto fue el siguiente. Cierta persona de quien no tengo la certeza de su nombre pero si conozco de verlo por el pueblo y su profesión. Pues bien, esta persona llevaba su bicicleta, iba sentado en el sillín pero se impulsaba con los pies sobre el suelo, sin dar pedaladas, por tanto llevaba la velocidad de cualquier otro caminante. Se le acerca el sargento de la policía local acompañado de otro miembro de la misma con más años de antigüedad en la localidad. El sargento se dirige al ciclista en un tono y unos términos digamos... poco ortodoxos. Le llama de tu y le falta al respeto. Yo entiendo que sea un agente de la autoridad que debe guardar el orden, pero también entiendo que debería guardar la compostura, pues el respeto a los demás no es algo que se lo pueda saltar al ejercer su cargo.
La discusión era porque el joven iba en bicicleta por una zona transitada por peatones, la plaza mayor, el ciclista alegó que no llevaba nigún peligro, pues iba andando sobre la bici y no entendía que constituyera ningún peligro. El funcionario le indica que está prohibido por las señales en cada entrada al perímetro de la plaza mayor, la entrada de vehículos y el ciclista alega que esas señales son para vehículos a motor no para ciclos o biciclos. El funcionario le dice que si no hay ninguna señal que lo prohiba, que la busque y luego si quiere que le denuncie (el ciclista al funcionario). Bueno un rifi rafe de intercambio de "puntos de vista", para que luego el segundo funcionario, subordinado del primero intervenga educadamente para calmar los ánimos, diciendo que, aunque no haya señal de prihibición al respecto, se entiende que, al estar tan concurrida la plaza debería bajarse de la bicicleta. El ciclista le responde que, aunque no está de acuerdo le parece un tono correcto de dirigirse a él y por tanto accede a la propuesta bajandose de la bici y continuando a pie.

Yo observé la discusión por curiosidad, como otros que había junto a mi. Deduje que los protagonistas de la discusión ya se conocían de otros encontronazos similares.

No es de recibo el trato degradante que un agente de la autoridad pueda realizar sobre cualquier persona por el hecho de que no le venga a bien su presencia, opinión o porque crea que está faltando a las normas sociales de convivencia. No es bueno que se altere de la forma que lo hizo, pues creo que esta alteración puede llevarle a no realizar su trabajo correctamente por despecho.

Nada más lejos de mi intención que poner en evidencia la profesionalidad de los funcionarios locales, pero sí me gustaría invitarle a este sr. a que se diera una vuelta por el pueblo de vez en cuando y cumpliera su obligación para facilitar la convivencia, la circulación, el acceso a las vías públicas, etc, por parte de quienes hacemos uso del espacio vial, ya sea con vehículos o a pie. Podría pasare por el cruce de la avenida del parque con la calle Fernando Cadalso y hacer respetar a los vehículos estacionados la señal de prohibición junto a la joyería. Subir un poco más arriba y, frente al cartel electrónico denunciar a los coches que aparcan en batería y ocupan LA MITAD de la calzada. Podrían hacer un poco más de hincapié en que los vehículos no ocuparan las aceras o estacionaran en doble fila. Esto constituiría la mejor circulación de todos.

Vuelvo a insistir en que no pongo en duda la profesionalidad de los funcionarios, pero sí estaría bien que de vez en cuando insistieran en sus funciones.