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VALFERMOSO DE TAJUÑA: ! Hola María! He leído tus saludos. l igual que de...

! Hola María! He leído tus saludos. l igual que de madrugada, los muchos y a diario, de otros lugares de tierras manchegas: vayan los míos con la sinceridad de siempre. En esta espléndida mañana y antes de el consabido paseo matinal, te brindo mis saludos, y al instante, me lanzo a recabar memorias.
Hablábamos en en relatos anteriores, de allí hasta donde alcanza la memoria, que por cierto, esta a medida que te adentras en la lejanía del tiempo, reaparecen entrañables recuerdos. Veamos:
Habíamos hablado del "Tío Jose" y su silencio.: de sus silencios, de los que piensas han sido motivados por lágrimas derramadas. hablamos de la gran ventana y la ventana pequeña, amen de las yuntas y sembrados, la trilla en la era, y muy poco, de las mozas y mozos, y sus amores. Muy poco de las niñas que tambíen jugaban en la Plaza, o los Arcos. en los días de lluvia..."Alupé Alupé, sentadita me quedé..." y otras, eran las canciones de sus juegos. Mientras tanto, todos crecíamos, y los niños buscábamos nidos, y jugaban a "Las liebres" y otros juegos propios de su sexo. Cuando no cargábamos la pesada azada al hombro, y durante la jornada toda cabaríamos olivos, y otras veces hacíamos las labores de los que se nombraba, estallar olivos, que consistía en liberar los tallos que crecían en su tronco cada año. Esto, escardar trigos, cebadas, ete., nos privaba, de ir a la escuela, lo que algunos hubiéramos querido. Pero vayamos a la historia:

<<< Aquel día, aquel muchacho, ya con ramalazos de rebeldía, escucharía a su abuela y abuelo una acalorada discursión.
-! Los olivos del "Valecillo" están si estallar! Se los van a comer los tallos y la maleza a su alrededor- Ddecía el abuelo
-No quiero que mi nieto, se tan burro como tu- respondía la abuela-
-Unos inítules es lo que vais ha hacer de ellos, con tanto librajo que no sirve "pa na". Haber mujer, dime: ¿"Pa à que sirven los libros? "p'al"campo no hace falta,"mas que" tener maña "pa'larao... y "pa'utras" cosas de la labranza.
Un leyes es lo que estas haciendo del nieto. y, haber, tu (el abuelo de dirigía al nieto) coge la "azá" y al vallecillo.
El niño aquel desconcertado, botijo en mano, porque la abuela, desde su bondad, había dicho:
-Ala hijo, antes de que abran la escuela, "ta'cercas" a La fuente Quiñoría, y tres un botijo de agua.
Y la discursión continuó, y al muchacho que ya tenía sentido de lo justo y lo injusto y le dio rabia, porque se le saltaban las lágrimas. La abuela, gritaría una cosa, el abuelo otra y en medio de la disputa el nieto, que en dos zancadas, ganó la puerta, botijo en mano, con tan mala fortuna que el botijo...
aquel hermoso botijo, chocaría contra la pared de la entrada, y se rompió. Bue la primera rebeldía de aquel muchacho que al final, sin azada, sin botijo, de dirigió hasta los olivos del "barracondo" y desde las peñas, miraría todo el día, al "Vallecillo" y al horizonte. Hablaría con esta, con su puesta de sol, que aquel día dibujaba muchas mas colores en las nubes: preguntó muchas cosas, tras de las nubes.
Era la hora de regresar. Las sombras invadían todo el campo. A medida de que se acercaba al pueblo, pensaba en la regañina, que le esperaba. Pensó también, que no debiera de haberse marchado... pensó en su rebeldía, su primera rebeldía.
Pensó en que los niños pequeños, deben ir a la escuela, leer libros. pensó en su madre y sobre todo en la abuela, y, ya en el pueblo, se quedó en la tapia del corral del "tío Frascuelo." Desde allí viera a su abuela, ir hasta "el Espartero" y la esperó en la puerta...
La abuela, no dijo nada, abrazó a su nieto, soltaría el mandíl y por el suelo rodaron las naranjas.
Aquella noche, se decidió entre todos, que el muchacho iría a la escuela, cuando fuera posible. Y posible fue, cuando los dos varones mayores lo consideraron. Es decir: todo quedo igual.
Sin embargo, y durante mucho tiempo, alguna de esas lenguas viperinas, se inventó que el niño había estrellado el botijo a la cabeza de mi abuela. Puede que alguien aún recuerde ese "San Benito" que duraría mucho tiempo y solo sirvió para que aquel muchacho, a medida de que crecía, se rebelaría contra todo lo injusto.
J. M. (libertad)
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Buenas noches Libertad y a todos cuantos por aquí asomen, espero sean varios de tus paisanos, para felicidad tuya.

Acabo de leer aquí y en mi pueblo tu narración y cierto, solo aparece una vez el delantal de la abuela, pero aparece y de que manera, me has emocionado con tu relato y también me has traído muchos recuerdos a la memoria, yo también conocí a una de mis abuelas y me la has recordado, porque también era una mujer con mucha claridad en su mente, aunque de poco le valía, al final decidía ... (ver texto completo)