PALACIO DEL INFANTADO.- Es la joya arquitectónica más valorada de
Guadalajara. Fue mandado construir por Íñigo López de Mendoza, segundo Duque del Infantado, en el año 1483. Para su construcción fue preciso demoler el palacio
gótico del primer Marqués de Santillana. Sufrió gravísimos daños debido al incendio provocado por un bombardeo en la Guerra Civil, y reconstruido durante los años sesenta.
PANTEÓN DE LA DUQUESA DE SEVILLANO.- Magnífico y singular
monumento funerario, donde predominan los estilos
románico y bizantino, construido en los finales del XIX y principios del XX. Allí se encuentran establecidas las Religiosas Adoratrices.
CONCATEDRAL DE
SANTA MARÍA.- Del siglo XIII. Antes de la Reconquista fue la mezquita mayor. La
torre es el primitivo alminar y todavía es interesante el interior, con su
escalera de
fábrica de ladrillo. El
pórtico es del siglo XVI, con
columnas de estilo Mendoza.
CAPILLA DE LUÍS LUCENA.- Es una joya arquitectónica, con grandes influencias mudéjares. Lo mandó construir a mediados del s. XVI, a sus expensas, don Luís de Lucena, virtuoso sacerdote, famoso
médico, arquitecto y humanista.
Otros
monumentos dignos de ver, son: La
Iglesia de
San Ginés, la de San Nicolás el Real, la de San Francisco, la del Carmen, la
Casa de Dávalos, el
Torreón de Alvar Fáñez, el
puente árabe sobre el
río Henares.
Palacio de la Cotilla siglo XVII
Palacio el de Antonio de Mendoza, construido a principios del siglo XVI
El puente de Arriaca,