Queridos paisanos,
Las vacaciones tocaron a su fin y ya estoy inmersa en la vida acelerada de Madrid. Afortunadamente, se nota la ausencia de los muchos usuarios que coincidimos cada mañana en el metro, lo que hace que el inicio de la jornada sea algo más llevadero. En cualquier caso, después de 12h fuera del pueblo, lo echo mucho, mucho de menos.
Y no es que me haya prodigado en salidas, la verdad. Tan sólo dos noches en el Eruelo marcando algún que otro pasodoble y la tarde que se celebró el concurso de dulces. Sobre este acontecimiento es en lo que me voy a entretener a contaros.
La foto no hace honor al despliegue de dulces elaborados por las manos expertas de nuestras paisanas. ¡Vaya categoría!. Las personas seleccionadas como responsables de otorgar el premio lo tuvieron francamente difícil porque todos estaban hechos con mucho cariño (se notaba) y con muchísima maestría. Y, aunque tenía que decidirse quién sería la ganadora, que fue Merce con su tarta casera de piña (¡qué riquísima ¡y ¡qué presentación!), todos los dulces que se llevaron lo merecían (incluído el mío …jajaja).
Los bocaditos de nata (que parecían el dulce estrella de la mejor de las confiterías), el bizcocho de almendra, las rosquillas, los hojaldres, el brazo de gitano hecho con galletas (vaya trabajazo colocar esas galletas y realizar esa presentación...), el flan, el tiramisú, la nube, la leche frita,...
Sé que algún dulce se me queda en el tintero pero es que había tantos y todos tan ricos …
Lo triste es que no acudió a la cita tanta gente como se hubiera deseado porque sobró muchísimo. Claro que, bajo mi punto de vista, el lugar donde se celebró este evento no reúne las condiciones idóneas para acoger a mucha gente. La sala del Ayuntamiento queda pequeña y, a esas horas de la tarde, el calor todavía se hace notar. Por eso, mi propuesta desde aquí es que se prevea otro escenario más adecuado para que todo el mundo pueda acudir el año próximo.
Es más, se me ocurre que se podría organizar unas jornadas gastronómicas como parte de los festejos en las que entraran dulces y salados y que se expongan al caer la tarde (cuando ya no hace tanto calor) en la plaza del Ayuntamiento, al aire libre.
Si se organiza con tiempo y se informa a los pueblos de la comarca, sería una forma de hacer conocer la valía de nuestras cocineras, disfrutando juntos de la buena cocina típica y casera y de la exquisita repostería que las mujeres de La Ventosa somos capaces de elaborar.
Aquí queda mi propuesta. Y aunque espero que el año próximo, por esas fechas, esté en plena temporada en mi futura casa rural, contar conmigo … La Ventosa es mi pueblo y lo será siempre.
Un abrazo a tod@s
Zoqueta
Las vacaciones tocaron a su fin y ya estoy inmersa en la vida acelerada de Madrid. Afortunadamente, se nota la ausencia de los muchos usuarios que coincidimos cada mañana en el metro, lo que hace que el inicio de la jornada sea algo más llevadero. En cualquier caso, después de 12h fuera del pueblo, lo echo mucho, mucho de menos.
Y no es que me haya prodigado en salidas, la verdad. Tan sólo dos noches en el Eruelo marcando algún que otro pasodoble y la tarde que se celebró el concurso de dulces. Sobre este acontecimiento es en lo que me voy a entretener a contaros.
La foto no hace honor al despliegue de dulces elaborados por las manos expertas de nuestras paisanas. ¡Vaya categoría!. Las personas seleccionadas como responsables de otorgar el premio lo tuvieron francamente difícil porque todos estaban hechos con mucho cariño (se notaba) y con muchísima maestría. Y, aunque tenía que decidirse quién sería la ganadora, que fue Merce con su tarta casera de piña (¡qué riquísima ¡y ¡qué presentación!), todos los dulces que se llevaron lo merecían (incluído el mío …jajaja).
Los bocaditos de nata (que parecían el dulce estrella de la mejor de las confiterías), el bizcocho de almendra, las rosquillas, los hojaldres, el brazo de gitano hecho con galletas (vaya trabajazo colocar esas galletas y realizar esa presentación...), el flan, el tiramisú, la nube, la leche frita,...
Sé que algún dulce se me queda en el tintero pero es que había tantos y todos tan ricos …
Lo triste es que no acudió a la cita tanta gente como se hubiera deseado porque sobró muchísimo. Claro que, bajo mi punto de vista, el lugar donde se celebró este evento no reúne las condiciones idóneas para acoger a mucha gente. La sala del Ayuntamiento queda pequeña y, a esas horas de la tarde, el calor todavía se hace notar. Por eso, mi propuesta desde aquí es que se prevea otro escenario más adecuado para que todo el mundo pueda acudir el año próximo.
Es más, se me ocurre que se podría organizar unas jornadas gastronómicas como parte de los festejos en las que entraran dulces y salados y que se expongan al caer la tarde (cuando ya no hace tanto calor) en la plaza del Ayuntamiento, al aire libre.
Si se organiza con tiempo y se informa a los pueblos de la comarca, sería una forma de hacer conocer la valía de nuestras cocineras, disfrutando juntos de la buena cocina típica y casera y de la exquisita repostería que las mujeres de La Ventosa somos capaces de elaborar.
Aquí queda mi propuesta. Y aunque espero que el año próximo, por esas fechas, esté en plena temporada en mi futura casa rural, contar conmigo … La Ventosa es mi pueblo y lo será siempre.
Un abrazo a tod@s
Zoqueta
