GARABALLA: Otras teofanías sobre árbol...

Otras teofanías sobre árbol

Martínez García (2002) recoge otras manifestaciones de la Divinidad (epifanías marianas) sobre árboles: almezo, encina, espino, higuera, olivo:[18]
Virgen de Cortes, patrona de la ciudad de Alcaraz (Albacete). La Virgen con un Niño en brazos se «aparece» sobre una encina a un pastor de nombre Francisco Álvarez, en mayo de 1222.
Virgen de Monteolivete, cuya imagen se venera en la iglesia de Monteolivete, barrio de la ciudad de Valencia, “aparecida” sobre un olivo en Tierra Santa.
Virgen de Veruela, en Vera del Moncayo (Zaragoza). En este caso la Virgen «aparece» o se manifiesta sobre una encina a un personaje de la nobleza, el conde Pedro de Atarés (1083-1151), señor de Borja y pariente de Afonso I de Aragón, el Batallador.
Virgen del Espino de la Vega, en Alcalá de la Selva (Teruel). La imagen fue enterrada al pie de un espino por unos vecinos del lugar ante el avance de los musulmanes. Dicha imagen se “manifestó” a unos pastores que apacentaban sus rebaños, en 1175 (Alfonso II de Aragón conquista esta zona a los musulmanes en los años previos, 1170-1171).
Virgen del Espino, en Hoyos (Ávila), «aparecida» a una pastorcita en el año 1270, tras haber sido escondida en el 714, para evitar fuera profanada por los musulmanes en su avance por la Península.
Virgen del Llidoner, también «Virgen del Castillo de Agres» o (Alicante). La imagen de la Virgen se aparece sobre un almezo o llidoner (Celtis australis) a un pastor manco en la localidad alicantina de Agres, en agosto de 1484.
Virgen de Riánsares, en Tarancón (Cuenca). La imagen de esta Virgen se venera en una ermita próxima al río Riánsares. La imagen de la Virgen se “aparece” a un pastorcito sobre una higuera.
La «aparición», el «hallazgo» o «manifestación» de la imagen de cualquiera de estas vírgenes suele estar relacionada con pastores, lo cual resulta razonable siendo que el hecho tiene lugar en el medio rural. Por lo demás, estos acontecimientos carece del menor apoyo documental, fundándose siempre en la tradición y la leyenda. A mediados del siglo XVIII (1750), fray Roque Alberto Faci escribe:
«... se ha de conjeturar la Aparición de María santísima en éste, ó en aquel pueblo, quando libre el Lugar de la opresión tirana de los Sarracenos, podía darla libremente culto; de manera, que habiendo sido las Sagradas imágenes escondidas, para que no fuesen profanadas, no hay mejor medio para colegir, poco más ó menos, el quándo aparecieron, que atender al tiempo en que los Lugares se conquistaron».[19]

Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Alfredo Sánchez Garzón