Especial significación tuvo el hallazgo de un cadáver acompañado de un ajuar, que, por las características de este, data de la época visigoda, allá por el siglo V. Este cadáver es hallado por una cuadrilla que estaba plantando pinos en el monte. A Emiliano se le clavo el pico, en una de las esquinas de la losa que lo cubría y curioseando, se dio cuenta que aquello era una tumba. Llamo a sus compañeros diciendo ¡ya esta aquí el JALEA! y apodándolo más tarde a el con ese mote. Entre todos levantaron la losa y el ajuar consistía de una vasija de barro y una copa de cristal. La copa tenia un pequeño agujero en el lado, posiblemente fruto de la erosión con la tierra por haber estado tumbada tantos años.
Según cuentan ellos, daba la impresión que la copa había estado llena de algún liquido, por su color en la parte de dentro.
Según cuentan ellos, daba la impresión que la copa había estado llena de algún liquido, por su color en la parte de dentro.
