Rosetón central de de la Catedral de Santa María y San Julián, CUENCA

Rosetón central de de la Catedral de Santa María y San Julián
Lo más destacado del edificio es que pertenece a un planteamiento muy inicial de la arquitectura gótica, estrechamente relacionado con el arte anglonormando y franconormando del siglo xii francés, como las catedrales de Soissons, Laon y Paris.

Se empieza la construcción el siglo XII con una cabecera más bien románica, con cinco ábsides escalonados, transepto y tres naves en el cuerpo principal. Las obras continúan en el siglo xiii, en estilo gótico, cuando se construye el triforio, con ventanales moldurados y decorados con estatuas de ángeles y un óculo superior. Las bóvedas son de crucería sexpartita. En el siglo xv se reconstruyó la cabecera para abrir una doble girola de bellísima factura. El templo es de grandes dimensiones, tiene una longitud de 120 metros y 36 metros de altura en su área central interna, ocupando una superficie de 10.000 metros cuadrados.

Existió un primitivo claustro gótico de finales del siglo XII o principios del XIII. En el siglo XVI el obispo Quiroga mandó al arquitecto renacentista Juan de Herrera que realizase las trazas de un nuevo claustro (1575 o 1576),1​ en las que intervinieron autores como Andrés de Vandelvira, Juan Andrea Rodi y García de Alvarado. En el siglo XVIII se reformó por parte del maestro de obras de la Catedral, José Martín de Aldehueladurante (años 1.764 al 1.766).
(Diciembre de 2018)