El municipio, que tiene una superficie de 119,96 km²,4 cuenta según el padrón municipal para 2017 del INE con 148 habitantes y una densidad de 1,23 hab./km². En un cerrado meandro del
río Júcar se yergue el promontorio sobre el que se asienta la localidad de Alarcón. Con antecedentes íberos y
romanos, este poblado entra en la
historia tras ser ocupado por los árabes, a quienes debe su nombre (alarcón = 'la fortaleza') y la construcción del primitivo
castillo del que deriva el actual. Un meandro es una curva descrita por el curso de un río, cuya sinuosidad es pronunciada. Se forman con mayor facilidad en los
ríos de las llanuras aluviales con pendiente muy escasa. Los sedimentos suelen depositarse en la parte convexa del meandro, avanzando la orilla, mientras que en la cóncava, debido a la fuerza centrífuga, predomina la erosión y el retroceso de la orilla. La combinación del avance de la orilla en las partes convexas y el retroceso en las cóncavas produce la migración del cauce y, por tanto, el desarrollo del meandro. El Júcar es un río de la península ibérica, situado en el este de
España. Tiene una longitud de 498 km, atraviesa las provincias de
Cuenca,
Albacete y
Valencia, y desemboca en el
mar Mediterráneo. Era conocido como Sucro por los romanos. Nace a 1700 msnm, en la vertiente meridional del cerro de
San Felipe en el paraje conocido como los Ojos de Valdeminguete y cerca también del nacimiento de los ríos Cuervo, Guadalaviar-Turia, Cabriel y del propio Tajo, en la Cordillera Ibérica. Puede decirse que las principales sierras de la zona limítrofe entre Cuenca y
Teruel, en especial, los
Montes Universales, constituyen el principal divortium aquarum o la principal divisoria de
aguas entre los ríos de la vertiente atlántica y los que drenan hacia el Mediterráneo incluyendo, obviamente, a la cuenca del río Ebro con el nacimiento del río Jiloca en el subsuelo de las parameras de Pozondón. Los iberos o íberos fue como llamaron los antiguos escritores griegos a la gente del levante y sur de la Península Ibérica para distinguirlos de los
pueblos del interior, cuya cultura y
costumbres eran diferentes. De estos pueblos escribieron Hecateo de Mileto, Heródoto, Estrabón o Rufo Festo Avieno, citándolos con estos nombres, al menos desde el siglo VI a. C.: elisices, sordones, ceretanos, airenosinos, andosinos, bergistanos, ausetanos, indigetes, castellanos, lacetanos, layetanos, cossetanos, ilergetas, iacetanos, suessetanos, sedetanos, ilercavones, edetanos, contestanos, oretanos, bastetanos y turdetanos. Se conoce como Hispania
romana a los territorios de la península ibérica durante el periodo histórico de dominación romana. Se conoce como al-Ándalus al territorio de la península ibérica y de la Septimania bajo poder musulmán durante la Edad Media, entre los años 711 y 1492. Para los autores árabes
medievales, el término al-Ándalus designa la totalidad de las zonas conquistadas —siquiera temporalmente— por tropas árabe-musulmanas en territorios actualmente pertenecientes a
Portugal, España,
Francia, Andorra y el territorio británico de ultramar de Gibraltar. Castillo es, según definición del Diccionario de la RAE, un «lugar fuerte, cercado de
murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones».[cita requerida] Existe todo un conjunto de edificaciones
militares que guardan analogías con el castillo, como el alcázar, la
torre, el
torreón, la atalaya, el fuerte, el
palacio fortificado, la ciudadela o la alcazaba, lo que hace que no siempre sea fácil asegurar si se trata o no de un castillo propiamente dicho. Se tiene normalmente por tal el conjunto formado por un recinto
amurallado que encierra un
patio de armas, en torno del cual se sitúan una serie de dependencias y que dispone por lo menos de una torre habitable.