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Comentario a esta fotografía
Estamos ante el edificio del santuario de la Virgen de Gracia patrona de la villa de Belmonte y vemos en todo su esplendor la edificación y conservación del monumento a esa madre espiritual tan querida por todos los Belmonteños/ñas, pero que estoy diciendo si cuando llega el segundo domingo del mes de Septiembre las calles de la villa se llenan a rebosar de automóviles de todas partes y es que ha llegado el día de la festividad de la patrona de la villa la Virgen de Gracia.
Todos los días abren la ermita y es un goteo constante de Belmonteños/ñas que van a contarle a la Virgen algún problemilla y ella como buena madre aconseja al que se lo pide y lo hace de una forma discreta y sencilla.
Claro que vemos que el edificio de la Ermita luce sus primeras galas habiéndosele quitado el yeso que cubría sus piedras y ahora se ve como cuando fue edificada su construcción.
Aparte esta su paseo por el cual toda la juventud de Belmonte se ve en domingo y surgen muchos flechazos, por otra parte el santuario antiguamente quedaba en las afueras de la villa ahora está casi céntrico porque por este lado es por donde más acrecido la villa de Belmonte.
Es tradicional su ALMONEDO cuando llega la fiesta, y cada Belmonteños/ña lleva su ofrecimiento para ser subastado y con el dinero que se recauda sirve de ayuda para el mantenimiento del edificio.
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Estamos ante el edificio del santuario de la Virgen de Gracia patrona de la villa de Belmonte y vemos en todo su esplendor la edificación y conservación del monumento a esa madre espiritual tan querida por todos los Belmonteños/ñas, pero que estoy diciendo si cuando llega el segundo domingo del mes de Septiembre las calles de la villa se llenan a rebosar de automóviles de todas partes y es que ha llegado el día de la festividad de la patrona de la villa la Virgen de Gracia.
Todos los días abren la ermita y es un goteo constante de Belmonteños/ñas que van a contarle a la Virgen algún problemilla y ella como buena madre aconseja al que se lo pide y lo hace de una forma discreta y sencilla.
Claro que vemos que el edificio de la Ermita luce sus primeras galas habiéndosele quitado el yeso que cubría sus piedras y ahora se ve como cuando fue edificada su construcción.
Aparte esta su paseo por el cual toda la juventud de Belmonte se ve en domingo y surgen muchos flechazos, por otra parte el santuario antiguamente quedaba en las afueras de la villa ahora está casi céntrico porque por este lado es por donde más acrecido la villa de Belmonte.
Es tradicional su ALMONEDO cuando llega la fiesta, y cada Belmonteños/ña lleva su ofrecimiento para ser subastado y con el dinero que se recauda sirve de ayuda para el mantenimiento del edificio.
