Comentario a esta fotografía
Estamos contemplando al pueblo de Belmonte de Cuenca que está en oración delante del Santísimo y los hay de todas las clases sociales, por aquel tiempo ya estaba construido el Ayuntamiento de la villa de Belmonte tal y cual está ahora su edificación también vemos que la farola esta en el centro y junto a ella estaba el KIOSCO donde se vendía el periódico y se cambiaban las novelas.
Ahora todo esto ha cambiado y la plaza no se parece en nada porque está distribuida de otra forma, claro que el pueblo está señalizado para la circulación, esto lo trae el desarrollo de los pueblos, por aquellas fechas no había nada más que cuatro automóviles.
El pueblo de Belmonte ha ido prosperando con los tiempos seguramente que hay la misma religiosidad que antes pero se manifiesta de otra forma, vemos que por aquel entonces la gente participaba en estos actos religiosos y sin complejos, También iban muy buenos predicadores en Semana Santa a dar ejercicios Espirituales y la gente del campo acudía a ellos aunque tuviera que ir dos horas después de lo previsto a sus labores.
Había un padre jesuita por aquel tiempo llamado el padre Rodríguez que era un buen orador y la gente de todas las clases sociales iba a la iglesia para escucharlo
Del poeta de Belmonte
Estamos contemplando al pueblo de Belmonte de Cuenca que está en oración delante del Santísimo y los hay de todas las clases sociales, por aquel tiempo ya estaba construido el Ayuntamiento de la villa de Belmonte tal y cual está ahora su edificación también vemos que la farola esta en el centro y junto a ella estaba el KIOSCO donde se vendía el periódico y se cambiaban las novelas.
Ahora todo esto ha cambiado y la plaza no se parece en nada porque está distribuida de otra forma, claro que el pueblo está señalizado para la circulación, esto lo trae el desarrollo de los pueblos, por aquellas fechas no había nada más que cuatro automóviles.
El pueblo de Belmonte ha ido prosperando con los tiempos seguramente que hay la misma religiosidad que antes pero se manifiesta de otra forma, vemos que por aquel entonces la gente participaba en estos actos religiosos y sin complejos, También iban muy buenos predicadores en Semana Santa a dar ejercicios Espirituales y la gente del campo acudía a ellos aunque tuviera que ir dos horas después de lo previsto a sus labores.
Había un padre jesuita por aquel tiempo llamado el padre Rodríguez que era un buen orador y la gente de todas las clases sociales iba a la iglesia para escucharlo
Del poeta de Belmonte
