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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Juventud...

Juventud

San Isidro pasó su infancia en los arrabales de San Andrés, algunos autores afirman que su nombre completo era Isidro de Merlo y Quintana, era conocido por llegar tarde al trabajo y ser reprendido habitualmente por ello. El único documento sobre la vida de Isidro es el denominado códice de San Isidro (denominado también como del diácono Juan), escrito en latín medieval. De autor desconocido, es posible que se escribiera en 1275. La zona en la que vivía Isidro era militarmente inestable, por encontrarse cercana a la frontera entre los reinos cristianos y musulmanes: la Extremadura castellana. Se sabe que el emir Alí ibn Yúsuf desplegó sus ejércitos en el año 1110 por el centro de la península ibérica haciendo que la familia de Isidro se traslade a Torrelaguna. En las crónicas que relatan su vida de juventud se detecta una mezcla de los modelos de santidad islámica y cristiana. Estilos de vida que estuvieron vigentes en Madrid, durante la decimosegunda centuria. Destaca en la ejecución de los milagros de esta época su carácter sincrético y conciliatorio entre las dos religiones presentes: la cristiana (oficial) y la musulmana.

Es precisamente en la villa de Torrelaguna, lugar de refugio durante las invasiones árabes en Madrid, donde contrajo matrimonio​ con una joven procedente de la villa de Uceda, María Toribia (santa María de la Cabeza) con quien convivió en Torrelaguna, y es posible que allí tuvieran a su hijo, al que la tradición después conoció con el nombre de San Illán.​ La información sobre Santa María de la Cabeza, presunta mujer de Isidro proviene de fray Domingo de Mendoza, dominico, quien el 13 de marzo de 1596 desenterró de la ermita de Caraquiz (Uceda) los huesos de una persona y por inspiración divina le dio nombre y adjudicó el papel de mujer de Isidro, inventándose simultáneamente la vida de Isidro en Torrelaguna y pueblos de aquella zona. Dicho fraile trató de canonizar a María de la Cabeza pero no logró convencer a la curia. Durante este periodo de juventud y madurez de Isidro la zona estuvo en conflicto bélico prácticamente desde 1083. Cuando la ciudad de Toledo fue tomada por Alfonso VI, Madrid había estado bajo el dominio cristiano en repetidas ocasiones, no se puede hablar de verdadera cristianización del territorio hasta 1162, al ocupar Fernando II definitivamente la ciudad de Madrid.

Isidro falleció en el año 1172, su cadáver se enterró en el cementerio de la Iglesia de San Andrés dentro del arrabal donde había vivido. Se conoce este dato por mencionarlo el códice que acompañaba a los restos del cuerpo momificado (incorrupto) de Isidro. En 1213 el rey Alfonso VIII, como agradecimiento al Santo por su intervención en la victoria de las Navas de Tolosa levantó una capilla en su honor en la iglesia de San Andrés y colocó su cuerpo incorrupto en la llamada arca «mosaica».​ A pesar de que no hubiera sido aún santificado en el siglo XIII. Parece ser que el fervor religioso popular de los madrileños por la figura de Isidro Labrador era ya muy alta en este siglo.