Gobierno provisional 1870, 50 ctms, anverso, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

50 CÉNTIMOS

Diámetro: 18 milímetros
Peso: 2,5 gramos
Metal: Plata de 835 milésimas
Ceca: Madrid
Cantidad acuñada:
1869 (*6-9):452.724
1870 (*7-0):539.810

Anverso: Matrona (Hispania) recostada a izquierda y apoyada sobre unos montes (Los Pirineos), teniendo a sus pies el Peñón de Gibraltar. Lleva corona mural y sostiene en la mano derecha una rama de olivo. Encima, entre dos estrellas de seis puntas (Madrid) en las que van incusas en cada una, una de las últimas cifras de la fecha de acuñación (¿?), la palabra ESPAÑA, debajo en el exergo la fecha.

Reverso: Escudo con las armas de España, sobremontado de corona mural entre las dos columnas de Hércules liadas en una lista cargada con el PLUS ULTRA. Encima; la leyenda: 400 PIEZAS EN KILOGRAMO; debajo, entre las siglas de los ensayadores y la del fiel de balanza 50 CENT.

Canto: Estriado
Ensayadores: SN-M Donato Álvarez Santullano, Rafael Narváez y Ángel Mendoza Ordóñez.
(1900)
El Señor “no ocultará su rostro a nosotros; recuerden bien, quizás alguno ha dicho de si cosas feas, cosas que no sabe cómo resolver, tanta amargura, por haber hecho algo. Él no ocultará su rostro. En el silencio te dirá que jamás te ha perdido de vista, me he quedado siempre. No se olviden nunca de decir padre”, concluyó.
“Puede ser que nosotros también pasemos por caminos lejos de Dios, como le sucedió al hijo pródigo; o caer en una soledad que nos hace sentir abandonados por el mundo; o, nuevamente, equivocarnos y estar paralizados por un sentimiento de culpa. En esos momentos difíciles, todavía podemos encontrar la fuerza para rezar, a partir de la palabra ‘padre’, pero dicha con un sentido tierno de un niño ‘Abba’, papá.”, exhortó.
Explicó que “el padre de aquella parábola, en sus modos de actuar, recuerda mucho el ánimo de una madre. Son sobretodo las madres a disculpar a sus hijos, a cubrirlos, a no interrumpir la empatía con ellos, a continuar a quererlo, incluso cuando ellos no merecerían nada”.
El Papa preguntó: “ ¿Es posible que Tú, oh Dios, conozcas solo el amor? ¿Tú no conoces el odio? Y Dios respondería: ‘Yo conozco solo el amor’. ¿En donde en ti hay venganza, reclamo de justicia, el enojo por tu honor herido? Dios respondería: ‘Yo conozco solo amor’”, afirmó.
En este sentido, Francisco recordó también la parábola del padre misericordioso relatada en el capítulo 15 del Evangelio de San Lucas, para invitar a imaginar la “oración pronunciada por el hijo pródigo, después de haber experimentado el abrazo de su padre que lo había esperado mucho tiempo, un padre que no recuerda las palabras ofensivas que él le había dicho, un padre que ahora le da a entender sencillamente cuánto lo extrañaba”.