3. «Madre, este es tu hijo; hijo, Ella es tu Madre»
fueron las palabras de Cristo en el madero.
Él mismo te confió llevarnos hacia Dios;
de nuevo estás sufriendo los dolores de parto
hasta ver en nosotros al Señor conformado.
Madre, enséñame a ser apóstol del Señor
para secundarte con amor en tu misión
de anunciar, de actuar, de vivir como Jesús.
Como Tú, digo yo: «Fiat al Señor».
fueron las palabras de Cristo en el madero.
Él mismo te confió llevarnos hacia Dios;
de nuevo estás sufriendo los dolores de parto
hasta ver en nosotros al Señor conformado.
Madre, enséñame a ser apóstol del Señor
para secundarte con amor en tu misión
de anunciar, de actuar, de vivir como Jesús.
Como Tú, digo yo: «Fiat al Señor».