Cada día siento mayor nostalgia y miedo por la situación actual, veo y hablo con familias que estaban saliendo al frente con su esfuerzo y trabajo de las situaciones que nos ofrece la vida cotidiana y ahora el rumbo les ha cambiado por completo, no saben que hacer, se sienten acorralados y no hayan respuesta válida, ni futuro para salir de estas circunstancias de precariedad. Es terrible, las personas empezaban a confiar, hablaban de un cierto bienestar, de deportes, de cultura, de desarrollo emocional, ahora todo es diferente, lo único que se dice y se comenta, estoy y estamos todos parados, les ha cambiado la expresión del rostro, muestran miedo, incertidubre y pesar, no hay sitio para la esperanza, la confianza, es terrible esta situación. Nos hemos olvidado, del impacto mediambiental de las empresas, de la naturaleza, de la capa de ozono, de los derechos, de las personas, de la ética, de la moral, solo se vive con miedo y desesperanza y lo único que se busca es subsistir, al desgate fisico y emocional, que simplemente nos aterroriza.
