Recuerdo un día hace ya tiempo que bajamos a las minas a dar una vuelta. Cuando ya volvíamos al pueblo vimos a Julillo que bajaba montado en su burra a coger algo de alfalfa para la bestia. También recuerdo las calurosas tardes de verano cuando no se veía a nadie por las calles del pueblo y entonces te encontrabas a él junto a sus tíos en la puerta de su casa hablando de sus cosas. Algunas tardes me he quedado con ellos, y me han contado la historia del pueblo y de sus gentes. La verdad es que desde que nos han dejado, la esquina de nuestra calle, se ha quedado un poco solitaria. Quiero recordar también a su tío Patrocinio, quien para mí ha sido una de las mejores personas que he conocido en el pueblo. Un abrazo y que lo paséis muy bien en las fiestas de la Candelaria.
