OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

PUERTOLLANO: LAS PRIMERAS MEMORIAS...

LAS PRIMERAS MEMORIAS

Las noches eran cortas. Sonaban en las mañanas agudos sonidos de trompetas. Giraban como locas la veletas y las brújulas polvorientas muy próximas al odio:
El niño de nuestra historia, no sabe describir, de otra manera sus primeras memorias... entre hombres sucios y barbudos que iban y venían, o se reunían el la plaza donde uno gritaba mientras los otros callaban. No recuerda si ya estaba aquella perrita blanca; inseparable amiga. Si que los perros ladraban a la noche.
En tales circunstancias, por todo brotaban racimos de lagrimas, que trozo a trozo, recogieron algunos niños, en las nubladas llanuras... como el silencio de los arados clavados la tierra, inertes, abandonados, hasta que viejos y adolescentes empyñaron las estebas. Otros empuñaban unos trasto que hacían mucho rudo, tanto que asustaban a los pájaros. Ocuparon los campos maquinas inítiles. Se pronunciaban gritos y silencios largos. Apenas se rezaba: la abuela lo poco que sabía mientras le daba a la rueca, cuidaba el puchero con muy poca cosa, y... la madre se afanaba en tejer calcetinas para cuando EL regresara. EL era el padre del niño, que según la abuela había partido por detras de donde el sol se ponía.
El "Tío José" havía venido de alguna parte huyebdo de la gran locura, y como uno mas de la familia ayudaba en las tareas.
-! Por el Portillo, ya asoman por el Portilla. Eastalló el grito en las eras, donde las gentes se afanaban: corrían a las "bodeguillas abandonando todo.
El río José casi arrastraba de su mano al niño, que ya no se preguntaba nada por estar sin duda acosntumbrado. Los pájaros de hierro se perdieron hacia el Este.
-! Podéis salir! _gritó alguien. De nuevo la era. Las mulas yacían quitas a la sombra del olmo. Las gentes se miraban sin pronunciar palabra... y luego al Cielo.
Del "Tío José" decía la abuela, era un hombre bueno y que había sido castigado sin merecerlo... El "Tío José se encargó de la parva al atardecer, y la madre, fue en busca de un poco de merienda, un poco mas en esos días...
La madre había llorado, se le veía en sus ojos. El "tió José tambien lloró un día. apoyado en la vieja encina, mientras algo decía de su familia.
Están llegando mas soldados _Dijo la madre.
! Esto no acabará nunca...! malditos!- Añadió el "tío Jose", mientras su mirada se perdía en alguna parte.

Los niños tienen memoria. Algunos niños supieron después que estaban encadenados a ellas, y que aquella memorias campesinas, duelen. Aquel niño era demasiado niño para entender, porque se gritaba, porque se callaba, porque se corría. porque otras ausencias de las que se hablaba a escondidas. Pero los oidos esucha, los ojos ven y buena parte se queda grabado... ¿Cuando vendrá Él? Ël se había marchado, días antes de que vinieran todos aquellos hombres que "Pequeño: que Dios te libre de practicar algún día este sucio oficio!

Dios: ¿Donde estás? -gritó un día la abuela, mirando hacia el cielo. juntó las manos y pronunció: Y él ¿donde estará Ël.
Ël, era aquel por el que lloraba la madre. Él era aquel que el día de su regreso, aquel niño recordó que un soldado le pincho con la barba, le humedeció la cara... Era su padre.
libertad
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Llegué a la historia, que como tu decias es real como la vida misma, desde luego esas primeras memorias a un niño se le graban en su disco duro y ni el paso del tiempo hace que se borren de el, siempre hay algun detalle o circunstancia que la vuelve a hacer presente en el tiempo

Un abrazo