Ayer tarde estuve en el pilarcillo del corcho a coger unos pocos berros.
Guada, que buenos están los berros, no los he comido desde que nos fuimos de Diógenes y eso ya hace muuuuuuchos años pero aún recuerdo su sabor, en el arroyo de Valdefuentes se criaban a montones.
Un beso.
Un beso.