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MINA DIOGENES: Querido amigo Rafa: muchas gracias por tus palabras...

A ALEJANDRO LOPEZ ANDRADA

La vida nos dá muchas lecciones, lecciones elementales que yo intento no olvidar, como que leer enseña a escribir y que tener fé en algo ayuda a lograrlo.
En palabras de Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo". Mi afición a la lectura me llegó tarde, siempre he sido de ciencias, de ciencias puras y las letras no me llamaban mucho la atención. Con el tiempo, he ido comprobando que este amor que le tengo a los libros ha ido creciendo y que en muchas ocasiones me ha ayudado a salvar "mi circunstancia"; por otro lado, con la lectura han venido otras aficiones como escribir alguna cosilla, lo que hace que los días se me hagan cortos, sobre todo tengo que agradecer a la lectura y a la escritura el que me hayan ayudado a entender, a sobrellevar, a hilvanar momentos de mi vida. Yo veo un libro y veo una ilusión, es más, hay libros que he leido que tienen un lugar preferente en mi corazón.

Querido amigo Alejandro, me resulta muy difícil poder expresar con palabras todo el agradecimiento que siento por el trato que me dás; difícil, porque considero tus palabras muy alagadoras y bonitas, pero inmerecidas y difícil, porque esas palabras vienen de un gran escritor hacia el que yo siento gran admiración y respeto.
He de decirte también que es un gran orgullo (y sé que es el sentir de todo el foro) tenerte como amigo y compañero en este nuestro particular viaje a Mina Diógenes.
Gracias al escritor, al poeta y sobretodo gracias a una gran persona.

Un fuerte abrazo

Querido amigo Rafa: muchas gracias por tus palabras tan sinceras, hondas y sencillas hacia mí. Es muy hermoso sentirse cerca de tus palabras, de tus sentimientos, de tus recuerdos -todos mágicos- que expresas en este foro. Sólo quiero decirte que yo aprendo muchísimo, todo lo que sé, de los demás, de la gente que me rodea, y he aprendido leyéndote a ti, y a los demás de "Minas Diógenes", a reconocerme en un lugar, un pueblo invisible, que sigue uniendo y solidificando corazones, ilusiones y pedacitos de niñez y de inocencia entre quienes sienten ese lugar dentro de su espíritu. En ese lugar, Minas Diógenes, me encuentro, y me sigo encontrando, día tras día, desde que mi buen amigo Rafuki me lo mostró, para ser más feliz, más tierno, más humano y más niño contigo y con todos los habitantes de esta casa mágica, pequeña y universal, de internet en la que coincidimos. Muchas gracias, amigo Rafa, por tu sencillez, por tu gratitud y por tu ternura. Sé que has leído libros, como tú bien me indicas, pero tu inspiración, tu calidad poética y humana, sale de muy dentro de ti y por eso me llegan nítidas, cuando te leo, tantas buenas vibraciones. Recibid tú y tu familia, y la gran familia de diogeneros, un cálido y hondo abrazo de vuestro buen amigo, Alejandro López Andrada.