Hola contertulios, estoy munchismo contento de leer toas esas cosicas de mis paisanos, yo soy Mariano el hijo de Juanito el del comercio, que todavia tengo la casa en la calle Mayor.
Ahora vivo en la provincia de Alicante, al lado de Benidorm.
yo tengo muy pocos recuerdos de mi infancia para mi desgracia, cuando nombrais a tanta gente, me empiezan a sonar pero no soy capaz de ponerles cara.
Mi hermana Maria del Carmen que es un par de años mas joven me sorprende muchas veces con anecdotas y nombres que para mi a veces son extraños. (espero que me lo sepais perdonar)
Me alegro de haber encontrado este foro para recuperar vivencias y recuerdos- todo, todo no lo he olvidado que conste, que no soy un desalmado.
Para mas datos soy primo de Pepe el alcalde
Recibid todos un abrazo muy grande
Ahora vivo en la provincia de Alicante, al lado de Benidorm.
yo tengo muy pocos recuerdos de mi infancia para mi desgracia, cuando nombrais a tanta gente, me empiezan a sonar pero no soy capaz de ponerles cara.
Mi hermana Maria del Carmen que es un par de años mas joven me sorprende muchas veces con anecdotas y nombres que para mi a veces son extraños. (espero que me lo sepais perdonar)
Me alegro de haber encontrado este foro para recuperar vivencias y recuerdos- todo, todo no lo he olvidado que conste, que no soy un desalmado.
Para mas datos soy primo de Pepe el alcalde
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Vamos a ver mariano, yo te recordare: cuando queríamos o hacíamos anónimos para enviar a ciertos personajes, -y esto va con cariño- de El Salobral, comenzábamos, diciendo: en día "D" a la hora "H"... y otros como el día del descanso dominical... ¿sabes quien soy? Ah por cierto tu tío el herrero me arreglaba la bicicleta de mi hermana Mari Luz. Y el Guarín con un fleje me hacia pintos, he íbamos a bañarnos a una balsa en el Cuarto Ramitos y a otra balsa enfrente del ventorro que era de un tío de Pedrete el molinero o del cine...
Hola sabes el sgnificado de q vamos a siete, te explico siete era el hijo d la Rita que vivia en la calle las viñas y de mote los chiquill@s como le sentaba tan mal le llamábamos "siete" y nos enfarraba y salíamos corriendo para que no nos pillara y pasábamos todo el día riéndonos. Total que se quedó con el apodo de "siete" ya para toda la vida. Pues no hay anécdotas que contar del pueblo, necesitamos una semana entera sentados en una silla para contarlo todo allí en el pueblo. Que bien lo pasamos, eso son los años de la niñez, que todo te hace gracia. A ver si nos vemos alguna vez por el pueblo y quedamos y charlamos un rato.
