Interior de la Iglesia, EL CUBILLO

La Misa es larga, dices. Y añado yo: porque tu amor es corto.
Servir de altavoz al enemigo es una idiotez soberana; y, si el enemigo es enemigo de Dios, es un gran pecado.
Por eso, en el terreno profesional, nunca alabaré la ciencia de quien se sirve de ella como cátedra para atacar a la Iglesia.