Feliz 2011
LA GUADAÑA SIEGA
Por la sedienta campiña,
De esta tierra reinosana.
Cara al sol entre trigales,
Los segadores cantaban.
En Reinosa se entonaban,
En la taberna del pueblo,
Junto a la Iglesia dorada.
Las mozas están llorando,
Por el amor que se marcha
El traje de los domingos,
El trillo, el heno y la paja,
Los caballos de la feria.
Y la novia que bordaba.
Todo se quedó en el pueblo,
Detrás de una reja blanca.
¿Por qué marcháis a la siega?
¡Madre, el oro nos llama!
El pueblo yace en silencio,
Con sus calles estrujadas.
Sumido en recogimientos,
Metido en su casa blanca.
En Toledo ellos segaron,
Los trigos y las cebadas.
Burgos y en Valladolid,
Cortaron con la guadaña.
Y gastaron los dineros,
En plaza de Salamanca.
Todos los mozos seguían,
Segando trigo y cebada.
En Castilla con su corvo,
Estas tierras trabajaban.
Como si fuesen de fuego,
El corvo con que segaban.
¡No llores, moza, no llores!
Que la siega ya se acaba.
Antes de sembrar de nuevo,
Volvemos por las cañadas.
Y abra fiestas en el pueblo.
Y voltearan las campanas.
Y alegría entre las mozas.
Y sonaran las guitarras.
Y desfiles por las calles.
Y tambores y dulzainas.
Y la bandera de España.
En un mástil en la plaza.
Los mozos de mi Reinosa.
Por su pueblo trabajaban.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa.
LA GUADAÑA SIEGA
Por la sedienta campiña,
De esta tierra reinosana.
Cara al sol entre trigales,
Los segadores cantaban.
En Reinosa se entonaban,
En la taberna del pueblo,
Junto a la Iglesia dorada.
Las mozas están llorando,
Por el amor que se marcha
El traje de los domingos,
El trillo, el heno y la paja,
Los caballos de la feria.
Y la novia que bordaba.
Todo se quedó en el pueblo,
Detrás de una reja blanca.
¿Por qué marcháis a la siega?
¡Madre, el oro nos llama!
El pueblo yace en silencio,
Con sus calles estrujadas.
Sumido en recogimientos,
Metido en su casa blanca.
En Toledo ellos segaron,
Los trigos y las cebadas.
Burgos y en Valladolid,
Cortaron con la guadaña.
Y gastaron los dineros,
En plaza de Salamanca.
Todos los mozos seguían,
Segando trigo y cebada.
En Castilla con su corvo,
Estas tierras trabajaban.
Como si fuesen de fuego,
El corvo con que segaban.
¡No llores, moza, no llores!
Que la siega ya se acaba.
Antes de sembrar de nuevo,
Volvemos por las cañadas.
Y abra fiestas en el pueblo.
Y voltearan las campanas.
Y alegría entre las mozas.
Y sonaran las guitarras.
Y desfiles por las calles.
Y tambores y dulzainas.
Y la bandera de España.
En un mástil en la plaza.
Los mozos de mi Reinosa.
Por su pueblo trabajaban.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa.
