El otro día estuve paseando por Camargo alrededor de la Iglesia del Carmen. Han dejado todo el pueblo muy bonito adoquinando todas las callejas. ¡Se podía fijar los políticos y hacer algo parecido!. No creo que sea mucho más caro que el asfalto o el hormigón... pienso que un entorno con tanta armonía invita a pasear, baja la velocidad de los coches, tiene mejor vejera.