En la
plaza del Peralvillo, podemos observar un conjunto escultórico realizad en bronce compuesto por una
fuente, similar a la antigua existente, y una mujer vestida con las ropas típicas del siglo XX (falda larga, delantal y pañuelo a la cabeza) portando un balde en una mano y sobre la cabeza una herrada.
Se trata de un
homenaje a aquellas mujeres que al no existir
agua corriente en las
casas acudían diariamente a esta fuente pública.