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ONTANEDA: Hola J. Ramón y Félix Sánchez. ...

Hola J. Ramón y Félix Sánchez.
Esto es parte de un todo donde incluyo mi respuesta a lo que “andaba haciendo en Santa fe, entre Callao y Corrientes” No lo incluyo aquí porque seria (por el tamaño) dañar el formato de vuestra página. Ramón y Félix, para enviaros el artículo completo usaré la dirección que me indicasteis en esta página, si la habéis cambiado por favor dadme una actualizada. Me gustaría haceros participes A TODOS de ese “artículo/memorias/recuerdos”. Si me indicáis vuestros e-mails os lo enviaré. Un abrazo a todos.
Juan-Rafael de Rivas
jrafaelderivas@yahoo. com

... Si como futbolista me fue bien mal, como beisbolista me fue peor. Toda mi carrera se truncó cuando un día, apenas 3 o 4 días de nuestra llegada de México, (17 de septiembre de 1969) íbamos a jugar los postulantes contra los novicios. A mi se me ocurrió decir que yo era bueno para el béisbol, claro esto se lo dije en voz no muy alta a los españoles (que no me conocían) a los mexicanos (que si me conocían) decirles semejante cosa era como decirles el disparate jamás oído… Cuando los “hermanos” españoles me preguntaron que en qué posición jugaba mejor yo sin dudar un instante respondí que lo que mejor se me daba era aquello de pitcher. La verdad es que yo no tenía idea de qué era eso. Luego me pusieron a pinchar, o sea a lanzar la bola al bateador. Llegó a batear el “hermano” Jiménez (RIP) que sí sabía de béisbol y ¡pun!, home run en el primer intento. Luego vino el segundo bateador y casi otro home run. Luego vino un español alto, grandote, corpulento (no recuerdo su nombre porque los superiores lo desaparecieron durante el postulantado) y, ¡pun! home run completo. A ese punto todos dudaban ya de mis habilidades como beisbolista y yo comenzaba a sentir sobre mí todo el peso del mentirón que acababa de echar. Luego vino el “hermano” H. Guerra (que con Magdaleno y Jiménez formábamos el grupo venido de Mexico) y ¡pun! otro home run. ¡Ay Carambas! A este punto yo estaba tan nervioso que me sudaban todos los dedos de mi mano lanzadora y sólo pensaba en una cosa: que aquello terminara pronto o que alguien viniera a ocupar mi puesto de pitcher. Luego tocó el turno al “hermano” Joaquín Rodríguez Jordá. Este era un valenciano que igual que el ahora padre José Félix Medina, y Jesús Moreno, había llegado a Salamanca después de haber terminado su Bachillerato en Madrid...