Queda un tronco del centenario tejo de Lebeña que fué abatido por un rayo a finales del S. XX. Recientemente se ha plantado un retoño al lado del viejo tronco. Lebeña es un lugar "mágico" desde tiempos inmemoriales: el altar romano descubierto bajo la losa del altar cuando se la movió al cambio de culto con el oficiante cara a los fieles demuestra la sucesión de culturas que eligieron el lugar para el culto religioso; asimismo, en el exterior, el tejo milenario pudo ser un lugar de reunión de los cultos Celtas.