Recuerdo un día que dormí cerca de la
capilla.
Noche estrellada y silenciosa. Por la mañana los cencerros de cabezas y cabezas de
ganado se oían por todas las peñas del entorno. Era el día de la apertura del
puerto para el pasto de los rebaños.
Hay recuerdos que no pueden plasmarse en una
foto; pero quizás una sola foto sí puede aflorar esos recuerdos.
Un saludo y te animo a caminar por esas
montañas siempre distintas.