Año mil novecientos cincuenta y cuatro, VIEGO
PASADO EN PRESENTE…Olor a hierba
Todos los caminos de este pueblo son de piedra y hay uno que es especial “ la caleyina “Siempre que paso por allí, huele a hierba seca. Por él se llega a Fanu, el barrio donde vive mi abuelo paterno. Está tan alto que, desde mi casa, parece que toca el cielo. A mi abuela, no la conocí. Se llamaba como yo.
Esta casa, la primera que se ve cuando subes por la carretera hacia Viegu, es en la que nació mi padre. Siempre está llena de gente. Tiene una corralada de piedra, un hórreo, un corredor de madera y una huerta con un banco desde el cual se divisa todo el pueblo y la carretera serpenteante por la que se llega. Desde este banco, todo se ve diferente, se respira mejor y todo se escucha con más claridad: la gente que habla, los niños que juegan, el agua que corre, el silencio…
Todos los caminos de este pueblo son de piedra y hay uno que es especial “ la caleyina “Siempre que paso por allí, huele a hierba seca. Por él se llega a Fanu, el barrio donde vive mi abuelo paterno. Está tan alto que, desde mi casa, parece que toca el cielo. A mi abuela, no la conocí. Se llamaba como yo.
Esta casa, la primera que se ve cuando subes por la carretera hacia Viegu, es en la que nació mi padre. Siempre está llena de gente. Tiene una corralada de piedra, un hórreo, un corredor de madera y una huerta con un banco desde el cual se divisa todo el pueblo y la carretera serpenteante por la que se llega. Desde este banco, todo se ve diferente, se respira mejor y todo se escucha con más claridad: la gente que habla, los niños que juegan, el agua que corre, el silencio…
