Toc, toc, toc… ¿Se puede?
Buenas noches paisanos, estimados exconvecinos y siempre entrañables gentes de Ujo… (allá donde leches se encuentren)
Hace un par de horas que, después de ver un concreto programa de televisión, me vino a mi grillada mente cierto pasaje que me ocurrió durante mis días de internado en un –ya desaparecido- colegio de León… City.
No recuerdo si se estaba oficiando misa, o rosario. El caso es que, el compañero que se encontraba a mi izquierda, me extendió un doblado papelito que desorientadamente cogí bajo la atenta mirada de otros componentes de la fila a los creí apreciar un notorio semblante de póker.
Pues bien, me pongo a leer el contenido de dicha sorpresiva nota y me encuentro con el siguiente texto: “INDICAME CON UNA LEVE SONRISA SI TE HAN DADO POR EL CULO”
Levanto de inmediato la cabeza, y veo que los sujetos de la fila estaban aguantando la risa a la vez que me señalaban que trasmitiese “el testigo” al colateral de mi derecha.
La cuestión es que, durante ese “tránsito epistolar”, todos los que habíamos pasado la “prueba literaria” estábamos conteniendo la risa hasta que, al receptor de turno, se le escapó una sonorísima carcajada coralmente seguida por las de una veintena de expectantes sujetos, (la “sondeada” nota, ya había recorrido unas cuantas filas)
Pues bien: con independencia de la consiguiente reacción disciplinaria por “alegrar” la referida ceremonia, el caso es que, en aquel momento, la nota, aunque inadecuada, no pasaba de calificarla como de simple gracia.
Hoy, contemplando la figura del televisivo Bárcenas, el espigado Urdangarín y otros “ilustres del gremio”, me he dado cuenta de que, el contenido de “aquella pregunta” no era más que el ajustado presagio de la cruda realidad.
Por consiguiente, si he necesitado 45 años para asimilar el enunciado del problema, y aunque tan solo fuese por cuestión de tiempo, no creo que sea capaz de encontrar la solución.
Asi pues, acudo a vosotros en calidad de súplica, para que si alguno tuviese a mano la respuesta, le ruego encarecidamente que me la pase, porque... tal como están las cosas, quizá algún día tenga que hacer uso de ella desde mi hipotecada parcela celestial.
Agradeciendo vuestra estimable colaboración, recibid un cordial saludo.
Buenas noches paisanos, estimados exconvecinos y siempre entrañables gentes de Ujo… (allá donde leches se encuentren)
Hace un par de horas que, después de ver un concreto programa de televisión, me vino a mi grillada mente cierto pasaje que me ocurrió durante mis días de internado en un –ya desaparecido- colegio de León… City.
No recuerdo si se estaba oficiando misa, o rosario. El caso es que, el compañero que se encontraba a mi izquierda, me extendió un doblado papelito que desorientadamente cogí bajo la atenta mirada de otros componentes de la fila a los creí apreciar un notorio semblante de póker.
Pues bien, me pongo a leer el contenido de dicha sorpresiva nota y me encuentro con el siguiente texto: “INDICAME CON UNA LEVE SONRISA SI TE HAN DADO POR EL CULO”
Levanto de inmediato la cabeza, y veo que los sujetos de la fila estaban aguantando la risa a la vez que me señalaban que trasmitiese “el testigo” al colateral de mi derecha.
La cuestión es que, durante ese “tránsito epistolar”, todos los que habíamos pasado la “prueba literaria” estábamos conteniendo la risa hasta que, al receptor de turno, se le escapó una sonorísima carcajada coralmente seguida por las de una veintena de expectantes sujetos, (la “sondeada” nota, ya había recorrido unas cuantas filas)
Pues bien: con independencia de la consiguiente reacción disciplinaria por “alegrar” la referida ceremonia, el caso es que, en aquel momento, la nota, aunque inadecuada, no pasaba de calificarla como de simple gracia.
Hoy, contemplando la figura del televisivo Bárcenas, el espigado Urdangarín y otros “ilustres del gremio”, me he dado cuenta de que, el contenido de “aquella pregunta” no era más que el ajustado presagio de la cruda realidad.
Por consiguiente, si he necesitado 45 años para asimilar el enunciado del problema, y aunque tan solo fuese por cuestión de tiempo, no creo que sea capaz de encontrar la solución.
Asi pues, acudo a vosotros en calidad de súplica, para que si alguno tuviese a mano la respuesta, le ruego encarecidamente que me la pase, porque... tal como están las cosas, quizá algún día tenga que hacer uso de ella desde mi hipotecada parcela celestial.
Agradeciendo vuestra estimable colaboración, recibid un cordial saludo.
