SE PERDONA EL BOLLO POR EL COSCORRÓN: A veces, la dificultad de alcanzar cierto objetivo determinado, es tan ardua, y éste tan poca cosa, que uno empieza a preguntarse si no ganaría más quedándose donde y como está, sin emprender trabajos cuyo rendimiento se vislumbra tan escaso. En tales circunstancias parece sensato abandonar la empresa, no obstante la antigua recomendación del refrán que reza:"Poco gana la vieja a hilar, pero menos a estar de más". Renunciar porque haya obstáculos que nos parezcan desmedidos, por otra parte, porco diría en nuestro favor. Además, que el fruto aparezca como de poco mérito tampoco es una razón para dejarlo: quién sabe si lo que en ese momento se nos antoja despreciable no será después una cosa extraordinaria. Que algo asi les sucedió a los que descubrieron el platino: lo dejaron porque no era plata y a sus ojos nada valía..... Un saludo para todos los de Ujo allá donde se encuentren. Puente