¡Qué historias tan bonitas!
He entrado en este foro por casualidad y me han emocionado las historias que he leído, tanto es así que se lo comenté a mis padres y me animo a escribiros porque mis padres me han animado.
En primer lugar me identifico: Me llamo Alicia, soy la nieta mayor de José Riesco Riesco, más conocido como Pepe de Alonso, de San Juliano. Mi padre es su hijo mayor Ricardo y mi madre es Alicia, la sobrina del que fue cura en San Juliano por los años cincuenta, sesenta, Don Santiago Pérez García. Al leerles a mis padres las conversaciones del foro han reconocido a muchas de las personas a las que hacéis mención y, me han contado algunas historias. Como mi tío Santiago aún vive, me ofrezco a vosotros por si pudiera daros datos o ayudaros en vuestra búsqueda de familiares. Pues aunque nosotros vivimos en Madríd, tenemos contacto diario con mi tío, ya viejito, en Oviedo. Un saludo.
He entrado en este foro por casualidad y me han emocionado las historias que he leído, tanto es así que se lo comenté a mis padres y me animo a escribiros porque mis padres me han animado.
En primer lugar me identifico: Me llamo Alicia, soy la nieta mayor de José Riesco Riesco, más conocido como Pepe de Alonso, de San Juliano. Mi padre es su hijo mayor Ricardo y mi madre es Alicia, la sobrina del que fue cura en San Juliano por los años cincuenta, sesenta, Don Santiago Pérez García. Al leerles a mis padres las conversaciones del foro han reconocido a muchas de las personas a las que hacéis mención y, me han contado algunas historias. Como mi tío Santiago aún vive, me ofrezco a vosotros por si pudiera daros datos o ayudaros en vuestra búsqueda de familiares. Pues aunque nosotros vivimos en Madríd, tenemos contacto diario con mi tío, ya viejito, en Oviedo. Un saludo.
Querida Alicia: Ha sido una inmensa alegría el volver a recordar a D. Santiago, yo soy Pablo, el Hijo del antiguo maestro de San juliano y de Trascastro: D. Paco.
Quisiera mandar, a través de tí, muchos recuerdos a D. Santiago, yo ya me fui de Trascastro en agosto de 1958, cuando mi padre fue trasladado a San Miguel de las Dueñas (León).
Mi padre era buen pescador y tu tío, parece que tampoco era manco, pero era muy nervioso y muchas se le escapaban. Admiraba mucho a mi padre, quien los domingos salía temprano a pescar entrando en Trascastro a la altura del puente, junto al pascón del Moirazo, para llegar, a la hora de misa a San Juliano, justo al pozo que hay bajo el puente de S. Juliano y en el remanso que da las ventanas de la casa parroquial. Hace 53 años que no voy a San Juliano, sin embargo, recuerdo cada rincón de la casa parroquial, de D. Santiago y de su sobrina Alicia. Espero que ella también se acuerde de aquel galopín pequeño: Pablo, quien quizás alguna diablura haría. Muchos besos a tu madre.
A tu tío le gustaba mucho comer en mi casa, pues mi madre no era manca en la cocina, había sido ama de cura, su hermano fue sacerdote, y por aquella época estaba en Chile. Vino a España y vino a vernos unos días, bajaba a San Juliano para decir misa, aunque con permiso de tu tío decía la misa diaria en la Capilla de Santa Isabel en Trascastro. Tu tío subió un día para comer con él y con nosotros.
Gracias por despertar este recuerdo tan hermoso de mi niñez que espero sirva para que puedas recordar, o acaso tu madre, un retazo de aquel San Juliano, al que yo, desde los tres años hasta los 10, bajé a misa todos los domingos (sin excepción aunque nevase), las fiestas de guardar y a mi confirmación.
Por cierto mi padre fue padrino de aquella confirmación, para mí inolvidable, pues tenía 5 años y estaba "alucinado" con el Sr. Arzobispo, quien sin papel llamaba a todos y cada uno de los que se confirmaban, hasta los de San Romano y de Corros, a quienes yo no conocía y aquello me parecía ya extraordinario. Solo conocía a Natalio el de corros, pues era muy "sonado" en los alrededores, hoy diríamos muy típico, si bien yo lo conocía porque bajaba a casa de Constante, aquel gran hombre, gran padre, y a quien recordaré mientras viva cual si fuera el mío propio, ya que su casa, sus hijos Atilano (monseñor) y Tino, eran mi más preciada familia.
Querida Alicia, muchas gracias por el gran rato que he disfrutado haciendo un recorrido, casi real, otra vez por esa entrañable tierra a la que siempre que voy despido con lágrimas en las primeras curvas de Brañas, si ya no las tenía en Villager o en Chungares (salida de Trascastro).
Quisiera mandar, a través de tí, muchos recuerdos a D. Santiago, yo ya me fui de Trascastro en agosto de 1958, cuando mi padre fue trasladado a San Miguel de las Dueñas (León).
Mi padre era buen pescador y tu tío, parece que tampoco era manco, pero era muy nervioso y muchas se le escapaban. Admiraba mucho a mi padre, quien los domingos salía temprano a pescar entrando en Trascastro a la altura del puente, junto al pascón del Moirazo, para llegar, a la hora de misa a San Juliano, justo al pozo que hay bajo el puente de S. Juliano y en el remanso que da las ventanas de la casa parroquial. Hace 53 años que no voy a San Juliano, sin embargo, recuerdo cada rincón de la casa parroquial, de D. Santiago y de su sobrina Alicia. Espero que ella también se acuerde de aquel galopín pequeño: Pablo, quien quizás alguna diablura haría. Muchos besos a tu madre.
A tu tío le gustaba mucho comer en mi casa, pues mi madre no era manca en la cocina, había sido ama de cura, su hermano fue sacerdote, y por aquella época estaba en Chile. Vino a España y vino a vernos unos días, bajaba a San Juliano para decir misa, aunque con permiso de tu tío decía la misa diaria en la Capilla de Santa Isabel en Trascastro. Tu tío subió un día para comer con él y con nosotros.
Gracias por despertar este recuerdo tan hermoso de mi niñez que espero sirva para que puedas recordar, o acaso tu madre, un retazo de aquel San Juliano, al que yo, desde los tres años hasta los 10, bajé a misa todos los domingos (sin excepción aunque nevase), las fiestas de guardar y a mi confirmación.
Por cierto mi padre fue padrino de aquella confirmación, para mí inolvidable, pues tenía 5 años y estaba "alucinado" con el Sr. Arzobispo, quien sin papel llamaba a todos y cada uno de los que se confirmaban, hasta los de San Romano y de Corros, a quienes yo no conocía y aquello me parecía ya extraordinario. Solo conocía a Natalio el de corros, pues era muy "sonado" en los alrededores, hoy diríamos muy típico, si bien yo lo conocía porque bajaba a casa de Constante, aquel gran hombre, gran padre, y a quien recordaré mientras viva cual si fuera el mío propio, ya que su casa, sus hijos Atilano (monseñor) y Tino, eran mi más preciada familia.
Querida Alicia, muchas gracias por el gran rato que he disfrutado haciendo un recorrido, casi real, otra vez por esa entrañable tierra a la que siempre que voy despido con lágrimas en las primeras curvas de Brañas, si ya no las tenía en Villager o en Chungares (salida de Trascastro).
