Para Mero) En la aldea de posguerra subsistíamos a contracorriente de la escasez (en casa nos manteníamos con lo imprescindible)que llegaba a penas para cubrir las necesidades más perentorias. En Garabiza malvivíamos de la miseria que nos pagaba la Real Compañía: tu familia, los Peraliegos, Armando, los de Navalón, Luis el Campano; o de una agricultura ya por entonces en declive: los de Vicentillo. Ayudándonos, los obreros, de una estallina de tierra donde semábamos las patatas y, entre la tierra y el suco, las berzas y lechugas. Saludos... Seguiremos recordando. ¿Quién soy? El Rojo Impertinente
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