Feliz entrada de año 2011
Para Pedro y familia
EL DICTADOR.
Del señor de la guerra, es esta esfera.
Y todo lo que en ella se contiene.
Su vasta redondez.
Cuanto ella encierra.
Y todos los vivientes que en sí tiene.
Porque la crió, de odios y rencores,
Sobre armas y balas le dio asiento.
Para que de muerte sin cesar bañada.
Diese á sus soldados alimento.
Y quien al Capitolio santo.
De Bush, subirá para alabarle.
Quién, en países, de mísero llanto.
Podrá, a un Americano contemplarle.
Aquel, orgulloso, y prepotente.
En adulados afectos, le da vida.
Dedicado á servirle eternamente.
No lo fue, sin sangre, concedida.
Quien siempre en falso, jura.
Y á los pobres, engaña con malicia.
Con dulces palabras, confundir procura.
A la eterna verdad, y a la justicia.
El país, que es adulador en eso.
Bendecido por Bus, será regido.
Por Bush el salvador, en todo instante.
Y por sus cañones protegido.
Las naciones injustas, se consuelan.
Y le ayudan con barcos, con criaturas.
Y con rastrero corazón anhelan.
Ver aviones de Bush, en las alturas.
¡Americanos, victoriosos!
Parar las bombas y entonar victoria,
Sonad. ¡OH marchas militares!
¡Pues viene el Bush!
A desfilar en vana gloria.
¿Quién es?
Decís entre el asombró.
Ese hombre de gloria prepotente.
Un soldado con bombas asesinas.
Asolando a Naciones con la muerte.
¡OH políticos! Alzar vuestras banderas.
¡Adulad! Para que siga el Zar del miedo.
Con su triunfo deshabitará la Tierra.
Dejando estéril todo nuestro suelo.
¿Quién es el hombre que domina el mundo?
Que gobierna triunfante la celeste esfera.
El Bush de la batallas.
¡Formidable!
¡Es la muerte!
Que en la sucia Tierra impera.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa.
Para Pedro y familia
EL DICTADOR.
Del señor de la guerra, es esta esfera.
Y todo lo que en ella se contiene.
Su vasta redondez.
Cuanto ella encierra.
Y todos los vivientes que en sí tiene.
Porque la crió, de odios y rencores,
Sobre armas y balas le dio asiento.
Para que de muerte sin cesar bañada.
Diese á sus soldados alimento.
Y quien al Capitolio santo.
De Bush, subirá para alabarle.
Quién, en países, de mísero llanto.
Podrá, a un Americano contemplarle.
Aquel, orgulloso, y prepotente.
En adulados afectos, le da vida.
Dedicado á servirle eternamente.
No lo fue, sin sangre, concedida.
Quien siempre en falso, jura.
Y á los pobres, engaña con malicia.
Con dulces palabras, confundir procura.
A la eterna verdad, y a la justicia.
El país, que es adulador en eso.
Bendecido por Bus, será regido.
Por Bush el salvador, en todo instante.
Y por sus cañones protegido.
Las naciones injustas, se consuelan.
Y le ayudan con barcos, con criaturas.
Y con rastrero corazón anhelan.
Ver aviones de Bush, en las alturas.
¡Americanos, victoriosos!
Parar las bombas y entonar victoria,
Sonad. ¡OH marchas militares!
¡Pues viene el Bush!
A desfilar en vana gloria.
¿Quién es?
Decís entre el asombró.
Ese hombre de gloria prepotente.
Un soldado con bombas asesinas.
Asolando a Naciones con la muerte.
¡OH políticos! Alzar vuestras banderas.
¡Adulad! Para que siga el Zar del miedo.
Con su triunfo deshabitará la Tierra.
Dejando estéril todo nuestro suelo.
¿Quién es el hombre que domina el mundo?
Que gobierna triunfante la celeste esfera.
El Bush de la batallas.
¡Formidable!
¡Es la muerte!
Que en la sucia Tierra impera.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa.
