La
iglesia palatina de
San Miguel de Lillo fue consagrada por Ramiro I el 23-06-848, de acuerdo con la inscripción grabada por el propio rey y su esposa, Paterna, en el ara conservada en el
Palacio del Naranco. Diversas crónicas del ciclo historiográfico de Alfonso III hacen explicíta referencia a la construcción de la iglesia de Lillo. Así, la Crónica Albeldense nos dice: "... en el lugar de Lillo construyó una iglesia y
palacios, con admirable obra de
bóveda". Mientras que la Crónica ad Sebastianum (hacia el 885) realiza una precisa referencia del
edificio: " Entretanto el dicho rey fundó una iglesia en memoria de
Santa María (la actual iglesia de San Miguel de Lillo) en la falda del
monte Naranco, distante de
Oviedo dos millas, de admirable belleza y hermosura perfecta y, para referirme a otras de sus hermosuras, tiene una bóveda apoyada en varios
arcos, y está construida solamente con cal y
piedra; si alguien quisiera ver un edificio similar a ése, no lo hallará en
España (se entiende la musulmana).