El actual
puente, conocido como Puente
Romano o simplemente El Puentón para los cangueses, data de la Alta Edad Media (probablemente del s. XIII), aunque se asienta sobre otro mucho más antiguo que se remontaría a la época
romana. Lo cierto es que sobre este paso de
piedra se asentaba el trazado de la calzada romana que unía las localidades de Lucus Asturum (al lado de Oviedo) y Portus Victoriae (actual Santander).
Sin duda este puente, o el inmediatamente anterior a él, sería testigo del levantamiento de Pelayo contra la ocupación musulmana, y sería utilizado para el paso del
ejército de Alkama
camino de su derrota en Covadonga. Y también contemplaría los primeros años del Reino de
Asturias, cuando
Cangas de Onís fue sede real, corte y capital del reino, y observaría impasible como los reyes se trasladaban a otras ciudades buscando lugares más estratégicos y más próximos a las fronteras que tenían que defender.
El puente y el inicio del Reino de Asturias son los elementos más importantes para la
historia de Cangas de Onís. Por este motivo ambos elementos se integran en el
escudo municipal: una
cruz de roble sobre la media luna en
señal de la victoria de Covadonga, colocados sobre el Puente Romano, y con una inscripción alrededor con la leyenda MINIMA URBIUM, MAXIMA SEDIUM (la más pequeña ciudad fue la máxima sede).