En esta
plaza se hacían las verbenas de las
fiestas de los
Santos Mártires. Por las
calles laterales se colocaban las tómbolas y los tiros. Al lado de la
iglesia, el
tren de la bruja y, a veces traían los
coches de choque.
En esas verbenas de
pueblo fué donde empecé a
bailar mis primeras piezas con mozucas de la barriada, a las cuales ya había visto en el
cine y, bueno, uno hacía lo que podía, en aquellos años, donde poco se podía hacer.
Siempre quedaba algún duro para gastar en el tiro y si todavía
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