La
plaza de Eduardo Ibarra ha quedado abierta al uso ciudadano, después de que las obras de reforma la hayan convertido en una plataforma peatonal de calidad, que aporta un nuevo concepto de plaza pública a la capital aragonesa. La plataforma peatonal integra cuatro
quioscos para diferentes usos, 444
árboles, tres estanques principales y un área de
juegos infantiles que aportan atractivo y comodidad a la estancia.