La ciudad está cambiando a un ritmo vertiginoso.
Los precios han subido, pero no solo motivado por la Expo.
Zaragoza ha pasado de ser un
pueblo grande, a una especie de pequeña gran ciudad, con los efectos negativos que puede acarrear vivir en una gran ciudad.
Amo a Zaragoza. Nací aquí, y quiero que todo esto salga bien, aunque tengo dudas razonables como casi todos en cuanto a los efectos reales de tales eventos. Por el bien de los que seguiremos viviendo aquí, de los que no nos iremos porque
... (ver texto completo)